Según el mandato del artículo 130° de la Constitución, el Presidente del Consejo de ministros concurrió el día 13 del presente al Congreso en compañía de los demás ministros, para exponer y debatir la política general del Gobierno y las principales medidas que requiere su gestión, y aunque en términos generales, el discurso del Premier fue, según mi opinión, muy superficial, y según la oposición, desafortunado, muy pobre, opaco y sin proyección, me quisiera centrar en lo que a la Defensa Nacional se refiere.
Para el sector Defensa, empleó en su discurso solo un total nueve líneas, dos párrafos y noventa y cinco palabras, y además, acuñó un nuevo término que ha bautizado como “readecuación” que ni siquiera existe en el diccionario de la Real Academia Española, y lo usó cuando manifestó que “nuestras Fuerzas Armadas han estado siguiendo durante los tres últimos años, un proceso de readecuación que se ha visto acelerado en los últimos meses”.
A decir verdad, no se entiende lo que ha querido explicar el Premier porque nunca ha existido un proceso de “readecuación”, y asimismo, desde el inicio de éste régimen, en Defensa, absolutamente nada se ha visto acelerado, sino más bien, desacelerado, y la Fuerza Armada está llegando a una situación, por decir lo menos, caótica y desesperante, ya que las unidades de combate y el material de guerra, indispensable para cumplir con el mandato constitucional de garantizar la independencia, soberanía e integridad territorial de la República, se continúa depredando inexorablemente.
Asimismo, el Premier anunció “la continuación de una política de seguridad integral, en los temas de reestructuración, modernización y profesionalización”. Al respecto, es importante precisar que solamente debe existir una Política de Defensa Nacional del Estado Peruano, la cual constituye un instrumento de carácter normativo y soporte fundamental para el Sistema de Defensa Nacional, y a través de ella se identifica las amenazas y las necesidades y se establecen los objetivos, y tal como lo ha reconocido el mismo ministro de Defensa, esa política, no existe, y la ciudadanía recién sabrá que se ha concretado cuando sea publicada para el conocimiento general del pueblo peruano.
Para el sector Defensa, empleó en su discurso solo un total nueve líneas, dos párrafos y noventa y cinco palabras, y además, acuñó un nuevo término que ha bautizado como “readecuación” que ni siquiera existe en el diccionario de la Real Academia Española, y lo usó cuando manifestó que “nuestras Fuerzas Armadas han estado siguiendo durante los tres últimos años, un proceso de readecuación que se ha visto acelerado en los últimos meses”.
A decir verdad, no se entiende lo que ha querido explicar el Premier porque nunca ha existido un proceso de “readecuación”, y asimismo, desde el inicio de éste régimen, en Defensa, absolutamente nada se ha visto acelerado, sino más bien, desacelerado, y la Fuerza Armada está llegando a una situación, por decir lo menos, caótica y desesperante, ya que las unidades de combate y el material de guerra, indispensable para cumplir con el mandato constitucional de garantizar la independencia, soberanía e integridad territorial de la República, se continúa depredando inexorablemente.
Asimismo, el Premier anunció “la continuación de una política de seguridad integral, en los temas de reestructuración, modernización y profesionalización”. Al respecto, es importante precisar que solamente debe existir una Política de Defensa Nacional del Estado Peruano, la cual constituye un instrumento de carácter normativo y soporte fundamental para el Sistema de Defensa Nacional, y a través de ella se identifica las amenazas y las necesidades y se establecen los objetivos, y tal como lo ha reconocido el mismo ministro de Defensa, esa política, no existe, y la ciudadanía recién sabrá que se ha concretado cuando sea publicada para el conocimiento general del pueblo peruano.
En relación a que “pondremos especial énfasis en proveer los recursos necesarios para garantizar el cumplimiento de su rol en la defensa nacional”, o lo han asesorado mal o esta mintiendo, porque es conocido en demasía, que no es posible que exista un rol de funciones de la Fuerza Armada mientras no se efectúe el Planeamiento Estratégico para la Defensa, proceso que nunca lo ha realizado este Gobierno y así lo ha aceptado también el ministro de Defensa.
Publicado en el diario CORREO, fecha 23 de enero 2004