Hace unos días escuchamos decir al ministro de Defensa, general Chiabra, que “entre el Perú y Chile existe un desequilibrio estratégico por las recientes compras de armamento de última generación que está llevando a cabo dicho país”, comentario que inmediatamente fue refutado por el vocero gubernamental chileno, quien manifestó que “la política de su país es la de mantener unas Fuerzas Armadas que ejerzan una tarea disuasiva y estén disponibles para la cooperación y la integración regional en épocas de paz”.
El general Chiabra, al escuchar esta respuesta chilena, en lugar de mantener y sustentar de manera técnica y profesional su concepto sobre el desequilibrio estratégico, se rectificó, y simplemente, con el gran sentido del humor que lo caracteriza, dijo lo siguiente: “¡Ya!, no hablemos de desequilibrio estratégico, hablemos de desequilibrio tecnológico”, concepto que explicó de una manera muy graciosa, haciendo una comparación entre las diferencias de tecnología de los automóviles marca Toyota y Mercedes Benz, y, según dijo, “como desequilibrio estratégico sonó muy fuerte para los chilenos, hablemos de un desbalance tecnológico originado por el proceso de renovación de sus equipos”, para luego exhortar a “tomar con calma sus declaraciones y a bajar el tono de los debates sobre este tema para evitar una tempestad en donde hay un simple y ligero viento”.
Todos reconocemos su informalidad y su gran sentido del humor general, sin embargo, Ud. como ministro de Defensa y representante de las Fuerzas Armadas, tiene la obligación de enfocar estos temas tan importantes y tan sensibles, de manera más seria, técnica y profesional.
En la estrategia militar se entiende que si las fuerzas potenciales entre dos países son iguales, como vector, el producto de su enfrentamiento será nulo, en cambio, si una de ellas es superior en número y tecnología, el producto vectorial dejará tal condición, produciéndose así un desequilibrio. De éste modo, la fuerza militar como potencia de un país con respecto a otro, está dada por las variaciones importantes de medios de combate disponibles, en cantidad y en calidad, además, de su preparación, entrenamiento y mantenimiento del material, lo cual expresa la capacidad combativa de un país, y en este caso, se presenta un desequilibrio estratégico, como efecto de la preponderancia militar de uno de ellos sobre el otro.
En este sentido, ha debido Ud. general, sustentar su primera posición, que es la correcta, de que entre Perú y Chile existe actualmente un marcado desequilibrio estratégico, primeramente como efecto de la agresiva carrera armamentista chilena concretada en importantes adquisiciones de elementos de combate, mayormente ofensivos y de última generación y tecnología, y además por la marcada diferencia favorable de las Fuerzas Armadas de Chile en lo referente a la preparación y entrenamiento del personal y mantenimiento del material, en comparación a las de nuestro país.
El general Chiabra, al escuchar esta respuesta chilena, en lugar de mantener y sustentar de manera técnica y profesional su concepto sobre el desequilibrio estratégico, se rectificó, y simplemente, con el gran sentido del humor que lo caracteriza, dijo lo siguiente: “¡Ya!, no hablemos de desequilibrio estratégico, hablemos de desequilibrio tecnológico”, concepto que explicó de una manera muy graciosa, haciendo una comparación entre las diferencias de tecnología de los automóviles marca Toyota y Mercedes Benz, y, según dijo, “como desequilibrio estratégico sonó muy fuerte para los chilenos, hablemos de un desbalance tecnológico originado por el proceso de renovación de sus equipos”, para luego exhortar a “tomar con calma sus declaraciones y a bajar el tono de los debates sobre este tema para evitar una tempestad en donde hay un simple y ligero viento”.
Todos reconocemos su informalidad y su gran sentido del humor general, sin embargo, Ud. como ministro de Defensa y representante de las Fuerzas Armadas, tiene la obligación de enfocar estos temas tan importantes y tan sensibles, de manera más seria, técnica y profesional.
En la estrategia militar se entiende que si las fuerzas potenciales entre dos países son iguales, como vector, el producto de su enfrentamiento será nulo, en cambio, si una de ellas es superior en número y tecnología, el producto vectorial dejará tal condición, produciéndose así un desequilibrio. De éste modo, la fuerza militar como potencia de un país con respecto a otro, está dada por las variaciones importantes de medios de combate disponibles, en cantidad y en calidad, además, de su preparación, entrenamiento y mantenimiento del material, lo cual expresa la capacidad combativa de un país, y en este caso, se presenta un desequilibrio estratégico, como efecto de la preponderancia militar de uno de ellos sobre el otro.
En este sentido, ha debido Ud. general, sustentar su primera posición, que es la correcta, de que entre Perú y Chile existe actualmente un marcado desequilibrio estratégico, primeramente como efecto de la agresiva carrera armamentista chilena concretada en importantes adquisiciones de elementos de combate, mayormente ofensivos y de última generación y tecnología, y además por la marcada diferencia favorable de las Fuerzas Armadas de Chile en lo referente a la preparación y entrenamiento del personal y mantenimiento del material, en comparación a las de nuestro país.
Chile está invirtiendo cerca de US $ 4 mil millones en compra de armamentos ofensivos entre los que destacan: 10 aviones F-16 dotados para lanzar misiles Amraam, incluyendo dos aviones tanqueros KC–135 para recarga en el aire con el fin de incrementar su autonomía de vuelo a más de 8,000 km., 450 tanques entre Leopard y AMX – 30, 4 Fragatas holandesas Tipo L y Tipo M, 1 Fragata Británica tipo 22, con posibilidad de adquisición de 3 similares adicionales, 1 Destructor Fletcher con misiles mar - tierra Tomahawk de un alcance de 1,800 Km., con posibilidad de adquisición de 2 unidades similares adicionales ofrecidas recientemente por EEUU, 2 Submarinos tipo Scorpene de última tecnología y con capacidad para lanzar torpedos Black Shark y misiles SM - 39, 1 Buque de desembarco, 1 Buque de transporte, 30 Lanchas entre patrulleras, costeras y misileras, 7 aviones Caza y Orión, 9 Helicópteros BO – 6 y Super Puma, 980 Camiones y carros blindados para tropa y de transporte, 240 lanza cohetes, 120 Morteros de 80 mm., entre otros, además de la repotenciación de sus actuales submarinos Tipo 209 Simpson y Thompson que contempla la modificación estructural para la incorporación de los torpedos Black Shark y para lanzamiento de misiles SM – 39.
¿Qué significa esto general, desequilibrio estratégico o desbalance tecnológico?
Publicado en LA REPÚBLICA, fecha 2 de marzo 2004