El señor Fernando Rospigliosi Capurro se ha lanzado últimamente con una feroz campaña de desprestigio contra las FFAA. En este sentido ha criticado duramente la creación del Fondo de Defensa, manifestando que “Las Fuerzas Armadas han demostrado una enorme incapacidad para administrar sus gastos y que este fondo constituye una maniobra política para dar una migaja a la Policía Nacional”. Asimismo, ha indicado que: “La adquisición de las Fragatas Lupo demuestra claramente la completa ineptitud de las FFAA para administrar los escasos recursos nacionales, porque lo más importante no es la compra de armamento, sino su gente".
Con respecto a las dos primeras Fragatas que el día 3 de octubre, en Italia, fueron incorporadas a la Marina peruana y bautizadas como BAP Palacios y BAP Aguirre, el señor Rospigliosi debería entender, de una vez por todas, que la mayoría de la ciudadanía esta de acuerdo con esta adquisición, la cual es muy importante para la seguridad y defensa nacional, ya que representa la restitución del poder disuasivo mínimo con que contaba nuestro país en la región al ser dados de baja en 1994 el destructor misilero BAP Palacios y en 1999 el crucero portahelicópteros BAP Aguirre, además de las favorables condiciones económicas y la transparencia en las negociaciones y que complementariamente, estos buques serán empleados en la lucha contra el narcotráfico marítimo, incrementando la capacidad de patrullaje a distancias mayores de las 120 millas donde las patrulleras y guardacostas no tienen esa posibilidad y asimismo en la ejecución de operaciones no militares como contrabando, pesca ilegal y otras nuevas amenazas.
Sin embargo, lo más grave dentro de esta infame campaña, es una acusación que no solo ofende a las FFAA, sino que también involucra a los medios de comunicación. En esta denuncia, el señor Rospigliosi ha afirmado que “El sector Defensa y las Fuerzas Armadas lanzaron una presunta guerra con Chile como parte de una campaña preparada para conseguir mayor presupuesto”, añadiendo además que: “Aquí las prioridades las decide quien pone más fuerza, quien hace más escándalo, quien logra meter más temas en los periódicos; ellos metieron el tema de una presunta guerra con Chile, una campaña preparada para ese efecto, y los medios de comunicación le siguieron la corriente y lograron lo que querían”.
Al respecto, considero que esta grave acusación del señor Rospigliosi se basa solo en afirmaciones subjetivas, por tal motivo, debería presentar pruebas fehacientes que demuestren bajo que modalidad el ministerio de Defensa y las FFAA han lanzado una presunta guerra con Chile, además, cuáles son los escándalos que este señor aduce y como se ha logrado que los medios de comunicación se involucren en esta campaña para que las FFAA consigan fondos.
Ojalá que ahora no se comporte tal como lo hizo el 7 de noviembre del año 2001 cuando siendo ministro del Interior, conjuntamente con los ex – ministros Waisman y Olivera, avaló con su presencia, en una conferencia de prensa, una denuncia falsa del abogado Echaíz contra la Marina de Guerra y dos días después dijo que asistió solo porque lo invitaron y que no avaló nada. Sin embargo, ni con este absurdo pretexto se salvó de la primera interpelación.
Publicado en el diario CORREO, fecha 13 de noviembre de 2004