Hace solo unos días, el 12 de abril, elementos subversivos atacaron a dos helicópteros de la Policía Nacional en la zona del puerto Pisana en Tocache; y horas más tarde atacaron a cinco helicópteros en la zona del río Huamuco, ubicado al noroeste de Tingo María. En ambos ataques, los terroristas emplearon armas de guerra de largo alcance, dejando uno de los helicópteros fuera de servicio. Un mes antes, el 17 de marzo, se presentó un ataque similar en la localidad de Cuyacu en la zona de El Monzón contra helicópteros también de la Policía.Todavía no nos podemos borrar de la mente, las terribles imágenes del feroz ataque, que el 20 de febrero, perpetraron elementos terroristas cerca de Tingo María a una patrulla de policías que se dirigía hacia Pucallpa, esta fue una sanguinaria emboscada donde acribillaron con más de cien impactos de bala la camioneta policial, falleciendo en el acto tres efectivos de la Policía Nacional. La insania de los terroristas fue tan grande, que con la sangre de las víctimas dibujaron pintas alusivas a Sendero Luminoso en el lugar de los hechos. El 29 de marzo, nuevamente un policía fue asesinado durante una emboscada realizada por un grupo de diez terroristas liderados por una mujer, a la altura de Puerto Cangrejo, en Juanjuí, San Martín.
Desde hace casi tres años se vienen recibiendo continuas informaciones de reagrupamientos de elementos terroristas en la selva central, quienes se desplazan provistos de armas de guerra por las cuencas de los ríos Apurímac y Ene; igualmente, son frecuentes las noticias sobre incursiones terroristas en las zonas de Aucallacu al norte de Tingo María, de Huanta en Ayacucho, de Satipo en Junín y en la Provincia de la Convención en el Cuzco. En este sentido, el especialista en el estudio de las zonas cocaleras, Jaime Antezana, en una entrevista publicada en un diario local, en julio del año pasado, manifestó que “ante la falta de autoridad en la zona de Satipo, Junin, en el valle del río Ene, la subversión ha tomado el control de veintiún comunidades”, explicando, además, que “el grupo terrorista Sendero Luminoso está sustituyendo al Estado en dicha zona y tiene un trabajo político a largo plazo”.
Este avance del terrorismo se va incrementando progresivamente, debido a que además de los actos militares, que como instrumento de presencia política están perpetrando los grupos subversivos, en forma simultanea operan en los campos ideológico y judicial. En el campo ideológico, realizando acciones de agitación y propaganda en diferentes poblados y comunidades, especialmente en Junín, Ayacucho, Apurímac y la provincia La Convención en el Cuzco, con el fin de convencer a los pobladores de su ideología y lograr su apoyo para futuros atentados terroristas, además, en este campo ideológico emplean las infiltraciones de sus militantes en diferentes centros educativos, así como en los comités de autodefensa de las rondas campesinas.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 19 de abril de 2005
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