La Estrategia Nacional de Lucha contra las drogas 2002-2007 de este gobierno, rubricada por el ingeniero Nils Ericsson Correa como ente rector contra las drogas y Presidente del Directorio de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), expresa la decisión de enfrentar integralmente los problemas de producción, trafico y consumo de drogas, priorizando el derecho de la sociedad peruana a una vida sin drogas. Esta Estrategia se basa en cuatro ejes: a) Erradicación de cultivos ilícitos b) Interdicción y represión al tráfico ilícito c) Desarrollo alternativo y, d) Reducción de su consumo.
Analizando los resultados de su aplicación, podemos determinar que esta estrategia ha fracasado. Veamos: sobre la erradicación de cultivos ilícitos de hojas de coca, según el informe 2005 de la Oficina contra la Droga y el Delito de la ONU (ONUDD), en el Perú, en el año 2004, se cultivaron 50,300 hectáreas, de las cuales se requieren solo 9,000 para demanda legal, fines industriales y médicos, derivándose las 41,300 restantes al narcotráfico, motivo por el cual, la producción de cocaína se incrementó en 23%.
En relación a la Interdicción y represión al tráfico ilícito, la oficina para Control de Drogas de los EEUU (DEA) señala que desde el Perú sale anualmente alrededor de160 toneladas de cocaína escondida en buques de carga y contenedores hacia EEUU y Europa y, según el departamento de Estado de EEUU, una tonelada métrica de cocaína puesta en ese país está valorizada en US $100 millones. En este caso, los envíos anuales de drogas al exterior serían de alrededor de US $16,000 millones, cifra impresionante y mayor que todo nuestro presupuesto nacional 2006, el cual bordea los US $15,300 millones. En este sentido, según informaciones de DEVIDA y del ministerio del Interior, entre el 70 y 80% de la droga sale por vía marítima hacia México y EEUU. Recordemos que el 8 de febrero pasado, la Guardia Costera de EE UU, en coordinación con la Marina peruana, capturó una lancha pesquera a 800 millas de Chimbote con 10 toneladas de droga abordo. Esta, que ha sido la única captura importante en alta mar, sumada a otros pequeños decomisos en algunos puertos, nos demuestra los pésimos resultados alcanzados, ya que durante los 5 últimos años, podrían haber salido por esta vía alrededor de 800 toneladas de cocaína, equivalentes a US $80,000 millones.
La cadena de producción de toda esta droga se inicia en laboratorios clandestinos de narcotraficantes que se encuentran diseminados en los valles del Ene y Apurímac, los cuales, según la Dirección Anti Drogas de la PNP (DINANDRO), sobrepasan los 1,500. Asimismo, la comercialización de insumos químicos se encuentra absolutamente descuidada, especialmente del kerosene y del ácido clorhídrico, imprescindibles para la producción de la pasta básica de cocaína y otras drogas.
En relación a los programas de sustitución y desarrollo alternativo, estos no han sido efectivos porque no se han creado nuevas actividades económicas lícitas y rentables en la zona que permitan salir a los campesinos del proceso de la droga.
Sobre el consumo de drogas, la misma DEVIDA, en enero pasado, alertó sobre un incremento de consumo de drogas como marihuana, cocaína, éxtasis y alcohol entre la población escolar. Asimismo se presenta un alarmante incremento en los problemas asociados a las drogas, como la delincuencia y la micro comercialización.
Por lo expuesto, debido al rotundo fracaso de la estrategia antidroga de este régimen y, viéndose amenazada la seguridad, la salud, la economía, el medio ambiente y la propia estabilidad democrática de nuestro país, el próximo gobierno debería redefinir totalmente la política antidroga nacional.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 23 de febrero de 2006
Analizando los resultados de su aplicación, podemos determinar que esta estrategia ha fracasado. Veamos: sobre la erradicación de cultivos ilícitos de hojas de coca, según el informe 2005 de la Oficina contra la Droga y el Delito de la ONU (ONUDD), en el Perú, en el año 2004, se cultivaron 50,300 hectáreas, de las cuales se requieren solo 9,000 para demanda legal, fines industriales y médicos, derivándose las 41,300 restantes al narcotráfico, motivo por el cual, la producción de cocaína se incrementó en 23%.
En relación a la Interdicción y represión al tráfico ilícito, la oficina para Control de Drogas de los EEUU (DEA) señala que desde el Perú sale anualmente alrededor de160 toneladas de cocaína escondida en buques de carga y contenedores hacia EEUU y Europa y, según el departamento de Estado de EEUU, una tonelada métrica de cocaína puesta en ese país está valorizada en US $100 millones. En este caso, los envíos anuales de drogas al exterior serían de alrededor de US $16,000 millones, cifra impresionante y mayor que todo nuestro presupuesto nacional 2006, el cual bordea los US $15,300 millones. En este sentido, según informaciones de DEVIDA y del ministerio del Interior, entre el 70 y 80% de la droga sale por vía marítima hacia México y EEUU. Recordemos que el 8 de febrero pasado, la Guardia Costera de EE UU, en coordinación con la Marina peruana, capturó una lancha pesquera a 800 millas de Chimbote con 10 toneladas de droga abordo. Esta, que ha sido la única captura importante en alta mar, sumada a otros pequeños decomisos en algunos puertos, nos demuestra los pésimos resultados alcanzados, ya que durante los 5 últimos años, podrían haber salido por esta vía alrededor de 800 toneladas de cocaína, equivalentes a US $80,000 millones.
La cadena de producción de toda esta droga se inicia en laboratorios clandestinos de narcotraficantes que se encuentran diseminados en los valles del Ene y Apurímac, los cuales, según la Dirección Anti Drogas de la PNP (DINANDRO), sobrepasan los 1,500. Asimismo, la comercialización de insumos químicos se encuentra absolutamente descuidada, especialmente del kerosene y del ácido clorhídrico, imprescindibles para la producción de la pasta básica de cocaína y otras drogas.
En relación a los programas de sustitución y desarrollo alternativo, estos no han sido efectivos porque no se han creado nuevas actividades económicas lícitas y rentables en la zona que permitan salir a los campesinos del proceso de la droga.
Sobre el consumo de drogas, la misma DEVIDA, en enero pasado, alertó sobre un incremento de consumo de drogas como marihuana, cocaína, éxtasis y alcohol entre la población escolar. Asimismo se presenta un alarmante incremento en los problemas asociados a las drogas, como la delincuencia y la micro comercialización.
Por lo expuesto, debido al rotundo fracaso de la estrategia antidroga de este régimen y, viéndose amenazada la seguridad, la salud, la economía, el medio ambiente y la propia estabilidad democrática de nuestro país, el próximo gobierno debería redefinir totalmente la política antidroga nacional.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 23 de febrero de 2006