La amapola es conocida como "planta bonita" por su hermosa flor, o "planta de la muerte” porque de ella se extrae el látex del opio para el procesamiento de la morfina y la heroína que son las que provocan la mayor adicción de todas las drogas.
En la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2002-2007 se indica que no es posible cuantificar la superficie de cultivo de amapola en razón de su corto período vegetativo y su dispersión, sin embargo, en abril de 2002, el Transnational Institute informó que, según cálculos de la Dirección Nacional de Inteligencia del Ministerio del Interior, en esa época ya habían unas 1,200 hectáreas cultivadas.
Hace algunos años, este cultivo era desconocido. A finales de los 90 se detectaron las primeras hectáreas de cultivos de amapola, y en el 2000 se descubrió el primer laboratorio de producción de heroína. El aumento de cultivos en los últimos años es impresionante, especialmente en Amazonas, Huanuco, Apurímac, Cajamarca y en la sierra de Piura y Lima, siendo su detección y erradicación muy compleja porque su siembra es normalmente ocultada con otros vegetales agrícolas como frejol, yuca y maíz.
Según información de la Dirección Antidrogas de la PNP, en los últimos cuatro años se quintuplicaron estos cultivos en los departamentos de Amazonas, Cajamarca y San Martín. De 500 hectáreas el 2001, han aumentado a 2,500 en julio 2005. En agosto 2005 se detectaron más de 24 mil plantones en el caserío Parguc, Piura. En febrero 2006, se encontraron en la Universidad Nacional de Cajamarca, entre rosas y claveles, alrededor de 600 plantones de amapola de una variedad altamente alucinógena. Hace solo dos meses, se descubrieron en diferentes caseríos de Celendín, Cajamarca, 218 mil plantas camufladas en 11 hectáreas de maíz.
En abril 2006, el jefe de la Segunda Dirección Territorial de la PNP-Lambayeque, Hugo Mezarina, hizo una gravísima declaración: “en el nororiente se ha incinerado más de un millón de plantones de amapola, lo cual pone en evidencia la existencia de una organización internacional de traficantes”.
Este panorama, que presenta un creciente y peligroso cultivo que fácilmente podría extenderse en toda la selva central, obliga al próximo gobierno a implementar una nueva estrategia de lucha contra las drogas que contenga un efectivo y eficiente programa de sustitución de cultivos y, además de establecer una mayor presencia del Estado en dichas zonas, debe instaurar políticas públicas que mejoren considerablemente sus niveles de desarrollo humano y económico.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 22 de junio de 2006
En la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2002-2007 se indica que no es posible cuantificar la superficie de cultivo de amapola en razón de su corto período vegetativo y su dispersión, sin embargo, en abril de 2002, el Transnational Institute informó que, según cálculos de la Dirección Nacional de Inteligencia del Ministerio del Interior, en esa época ya habían unas 1,200 hectáreas cultivadas.
Hace algunos años, este cultivo era desconocido. A finales de los 90 se detectaron las primeras hectáreas de cultivos de amapola, y en el 2000 se descubrió el primer laboratorio de producción de heroína. El aumento de cultivos en los últimos años es impresionante, especialmente en Amazonas, Huanuco, Apurímac, Cajamarca y en la sierra de Piura y Lima, siendo su detección y erradicación muy compleja porque su siembra es normalmente ocultada con otros vegetales agrícolas como frejol, yuca y maíz.
Según información de la Dirección Antidrogas de la PNP, en los últimos cuatro años se quintuplicaron estos cultivos en los departamentos de Amazonas, Cajamarca y San Martín. De 500 hectáreas el 2001, han aumentado a 2,500 en julio 2005. En agosto 2005 se detectaron más de 24 mil plantones en el caserío Parguc, Piura. En febrero 2006, se encontraron en la Universidad Nacional de Cajamarca, entre rosas y claveles, alrededor de 600 plantones de amapola de una variedad altamente alucinógena. Hace solo dos meses, se descubrieron en diferentes caseríos de Celendín, Cajamarca, 218 mil plantas camufladas en 11 hectáreas de maíz.
En abril 2006, el jefe de la Segunda Dirección Territorial de la PNP-Lambayeque, Hugo Mezarina, hizo una gravísima declaración: “en el nororiente se ha incinerado más de un millón de plantones de amapola, lo cual pone en evidencia la existencia de una organización internacional de traficantes”.
Este panorama, que presenta un creciente y peligroso cultivo que fácilmente podría extenderse en toda la selva central, obliga al próximo gobierno a implementar una nueva estrategia de lucha contra las drogas que contenga un efectivo y eficiente programa de sustitución de cultivos y, además de establecer una mayor presencia del Estado en dichas zonas, debe instaurar políticas públicas que mejoren considerablemente sus niveles de desarrollo humano y económico.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 22 de junio de 2006