El gobierno se jacta de su éxito económico. Según el presidente Toledo, la visión de su gestión en el epílogo es de “crecimiento económico sostenido con gobernabilidad democrática”. Al respecto, aunque se han mantenido las formas democráticas, en cuanto al crecimiento, éste se ha fundamentado en una explosión del precio de los minerales, representando desde el 2001 más del 60% del incremento de ingresos y exportaciones. Sin embargo, a pesar de esta extraordinaria coyuntura, el gobierno no fue capaz de promover reformas ni políticas públicas para reducir la pobreza y desigualdad y generar empleo.¿Qué nos deja realmente este gobierno? 1) Desarrollo humano: hemos disminuido hasta los 4 últimos puestos a nivel regional, lo cual se refleja en reducción de calidad de vida en educación, alimentación, salud, trabajo, vivienda, servicios básicos y protección. 2) Reformas: ausencia de éstas, en el Estado, educación, salud, justicia y tributación. 3) Pobreza: afecta a alrededor de la mitad del Perú. La inequidad y desigualdad es extrema, mientras en Lima y Callao hay 19.7% de pobres, en algunos distritos de Huanuco y Ancash llegan al 99.8%, en Cajamarca al 81.4%, y en la región Huancavelica afecta al 97% de los niños. 4) Alimentación: el 70% padece de inseguridad alimentaria y el 33% de mala nutrición. El 25.4% de niños menores de 5 años sufren de desnutrición crónica y el 50% de anemia. Para colmo, solo 29 centavos por cada sol invertido en programas sociales llega a sus destinatarios. 5) Educación: más del 30% de niños en el país no tiene acceso a educación inicial. En las zonas rurales el analfabetismo llega a 52.4% y el 84.7% no tiene educación secundaria. 6) Salud: 22% de peruanos no reciben atención médica primaria. Los hospitales públicos sin medicinas y con 60% de equipos obsoletos. 7) Trabajo: la burocracia e informalidad aumentan y el empleo formal decrece. Solo el 25% de trabajadores del país están en planilla 8) Infraestructura pública: en obras de servicios de agua, desagüe, electricidad y transportes ocupamos los últimos puestos a nivel mundial (97° de 117). 9) Seguridad ciudadana: Incremento del terrorismo, delincuencia, explotación laboral, sexual e infantil. Aumento de áreas de cultivo de hojas de coca y amapola y se duplicó el consumo de drogas. El 90% de los penales en mal estado y con 34,000 presos hacinados. Por último, la FFAA y PNP se encuentran en su peor condición de operatividad.
¿Se puede jactar este gobierno de cifras macroeconómicas en azul, cuando la mayor parte del país tiene las cifras en rojo?
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 15 de julio de 2006
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