El presente gobierno, que en pocos días va a concluir su mandato, no ha tenido una Política de Seguridad y Defensa Nacional como parte de una visión integral del Estado. Por el contrario, sin criterio técnico, sin planeamiento estratégico y, menos aún, sin definir el rol de funciones de las FFAA, redujo drásticamente en 20% el presupuesto del sector. En agosto de 2002, mientras el Presidente Alejandro Toledo declaraba a un diario chileno que “la receta para globalizar la democracia y la justicia es disminuir gastos militares como resultado de un acuerdo multinacional”, su par chileno Ricardo Lagos materializaba la adquisición de los F-16 a EEUU.
Dicha reducción presupuestal no ha permitido efectuar un adecuado mantenimiento ni operación de las unidades de combate, ocasionando daños progresivos al valor patrimonial y al componente militar de las FFAA y, lo que es más grave, no se ha podido realizar ni un solo entrenamiento de operaciones militares conjuntas entre los tres institutos, requisito fundamental para el cumplimiento de la misión constitucional de las FFAA. El restablecimiento de su capacidad operativa resultará ahora mucho más costoso y complejo. En el año 2003 se calculó en US$ 250 millones solo la recuperación de lo indispensable. En algunos períodos el presupuesto no alcanzó ni siquiera para pagos de servicios básicos. La situación ha sido tan caótica que, en octubre de 2002, el entonces congresista Marciano Rengifo manifestó que "Ningún país por más pacifista que sea puede dejar su poder militar abandonado", sin embargo, ahora, en el cargo de ministro de Defensa, la situación, en lo sustancial, no ha cambiado.
Recién en el 2004, más por presiones que por convicción, el gobierno se vio forzado a cambiar su decisión de auto desarme. Así, entre junio 2004 y abril 2005 aprobó la adquisición de 4 fragatas italianas de segundo uso y en mayo 2005 activó un fondo para las FFAA y PNP, el cual se inició con US$ 40 millones y el saldo actual es negativo, no permitiendo cubrir las necesidades mínimas.
En este contexto, le espera a este gobierno un cuestionamiento histórico por la deplorable situación en que deja a las FFAA. Por su parte, el Partido Aprista tiene la gran responsabilidad de cumplir con el 6° objetivo de su Plan de Gobierno: “Fortalecer y consolidar la Defensa Nacional y el Orden Interno, asegurando la integridad territorial y el patrimonio nacional”, además de, entre otras propuestas: “Alcanzar el equilibrio estratégico de la región” (art. 372) y “Proporcionar los medios necesarios para enfrentar con éxito los conflictos previstos” (art. 373).
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 8 de julio de 2006
Dicha reducción presupuestal no ha permitido efectuar un adecuado mantenimiento ni operación de las unidades de combate, ocasionando daños progresivos al valor patrimonial y al componente militar de las FFAA y, lo que es más grave, no se ha podido realizar ni un solo entrenamiento de operaciones militares conjuntas entre los tres institutos, requisito fundamental para el cumplimiento de la misión constitucional de las FFAA. El restablecimiento de su capacidad operativa resultará ahora mucho más costoso y complejo. En el año 2003 se calculó en US$ 250 millones solo la recuperación de lo indispensable. En algunos períodos el presupuesto no alcanzó ni siquiera para pagos de servicios básicos. La situación ha sido tan caótica que, en octubre de 2002, el entonces congresista Marciano Rengifo manifestó que "Ningún país por más pacifista que sea puede dejar su poder militar abandonado", sin embargo, ahora, en el cargo de ministro de Defensa, la situación, en lo sustancial, no ha cambiado.
Recién en el 2004, más por presiones que por convicción, el gobierno se vio forzado a cambiar su decisión de auto desarme. Así, entre junio 2004 y abril 2005 aprobó la adquisición de 4 fragatas italianas de segundo uso y en mayo 2005 activó un fondo para las FFAA y PNP, el cual se inició con US$ 40 millones y el saldo actual es negativo, no permitiendo cubrir las necesidades mínimas.
En este contexto, le espera a este gobierno un cuestionamiento histórico por la deplorable situación en que deja a las FFAA. Por su parte, el Partido Aprista tiene la gran responsabilidad de cumplir con el 6° objetivo de su Plan de Gobierno: “Fortalecer y consolidar la Defensa Nacional y el Orden Interno, asegurando la integridad territorial y el patrimonio nacional”, además de, entre otras propuestas: “Alcanzar el equilibrio estratégico de la región” (art. 372) y “Proporcionar los medios necesarios para enfrentar con éxito los conflictos previstos” (art. 373).
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 8 de julio de 2006