El analista norteamericano Michael Klare, en su libro “La Guerra de los Recursos”, plantea que en los próximos años se puede desencadenar una ola de conflictos a nivel mundial por el control de los recursos energéticos. Su teoría se basa en que a medida que la población crece y los niveles de vida en China e India y otras áreas en desarrollo aumentan, la competencia global por los recursos energéticos será cada vez más intensa.
En el escenario geopolítico mundial China e India, con 40% de la población mundial, buscan cubrir agresivamente su creciente requerimiento de energía, generando un conflicto de intereses con EE UU y Rusia buscando controlar los grandes recursos de Asia Central, Medio Oriente y África.
El caso de China es patético. Requiere grandes cantidades de combustible para mantener su crecimiento anual de 9% (su consumo diario de petróleo es de 6.7 millones de barriles, de los cuales importa 3.2). Según evaluaciones del Consejo de Estado Chino, de mantenerse este patrón de consumo, en el 2020 enfrentará una carencia de 270 millones de TM, por lo que recientemente el gobierno ha decidido eliminar la calefacción gratuita, uno de los últimos privilegios heredados del período comunista, con lo cual, según el viceministro de Comercio Qiu Baoxing, el consumo se reducirá en un 4% anual por unidad del PBI.
Rusia, que cuenta con las mayores reservas de gas natural del mundo (1,695 billones de pies cúbicos) y reservas de petróleo que bordean los 70 millones de barriles diarios, basa su estrategia política en la seguridad energética para recuperar presencia internacional. Además, tiene gran influencia en el control energético de Europa.
En el caso de la India, su requerimiento de petróleo ha crecido intensamente en los últimos años, siendo su consumo diario actual mayor a 2.6 millones de barriles. Su crecimiento de cerca de 8% en los últimos 12 años, lo presentan como una importante potencia emergente ávida de recursos energéticos.
EE UU por su parte, posee considerables reservas de gas, petróleo y carbón; pero sus requerimientos son cada vez mayores. Consume casi el 30% de la energía mundial.
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), los consumos de petróleo, gas y carbón en el mundo aumentarán notablemente al año 2030. El consumo diario de petróleo en casi 30%, la demanda del gas natural se duplicará y el uso del carbón también se incrementará.
En este panorama, el orden energético en el escenario geopolítico mundial se torna muy complejo. No presenta justicia ni seguridad. Muchos de los conflictos actuales no pueden entenderse sino como posicionamientos en relación al control duradero de los recursos y reservas.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 30 de setiembre de 2006
En el escenario geopolítico mundial China e India, con 40% de la población mundial, buscan cubrir agresivamente su creciente requerimiento de energía, generando un conflicto de intereses con EE UU y Rusia buscando controlar los grandes recursos de Asia Central, Medio Oriente y África.
El caso de China es patético. Requiere grandes cantidades de combustible para mantener su crecimiento anual de 9% (su consumo diario de petróleo es de 6.7 millones de barriles, de los cuales importa 3.2). Según evaluaciones del Consejo de Estado Chino, de mantenerse este patrón de consumo, en el 2020 enfrentará una carencia de 270 millones de TM, por lo que recientemente el gobierno ha decidido eliminar la calefacción gratuita, uno de los últimos privilegios heredados del período comunista, con lo cual, según el viceministro de Comercio Qiu Baoxing, el consumo se reducirá en un 4% anual por unidad del PBI.
Rusia, que cuenta con las mayores reservas de gas natural del mundo (1,695 billones de pies cúbicos) y reservas de petróleo que bordean los 70 millones de barriles diarios, basa su estrategia política en la seguridad energética para recuperar presencia internacional. Además, tiene gran influencia en el control energético de Europa.
En el caso de la India, su requerimiento de petróleo ha crecido intensamente en los últimos años, siendo su consumo diario actual mayor a 2.6 millones de barriles. Su crecimiento de cerca de 8% en los últimos 12 años, lo presentan como una importante potencia emergente ávida de recursos energéticos.
EE UU por su parte, posee considerables reservas de gas, petróleo y carbón; pero sus requerimientos son cada vez mayores. Consume casi el 30% de la energía mundial.
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), los consumos de petróleo, gas y carbón en el mundo aumentarán notablemente al año 2030. El consumo diario de petróleo en casi 30%, la demanda del gas natural se duplicará y el uso del carbón también se incrementará.
En este panorama, el orden energético en el escenario geopolítico mundial se torna muy complejo. No presenta justicia ni seguridad. Muchos de los conflictos actuales no pueden entenderse sino como posicionamientos en relación al control duradero de los recursos y reservas.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 30 de setiembre de 2006