Octubre es el “Mes del mar de Grau” y el día 8 se celebra el 185° aniversario de la creación de la Marina de Guerra del Perú y la conmemoración del 127° aniversario del Glorioso Combate Naval de Angamos. Que mejor oportunidad para hacer una reflexión sobre la vital importancia que tiene nuestro mar en el desarrollo del país.
Contamos con un vasto litoral de 3,080 kilómetros de longitud y con más de 1'140,000 kilómetros cuadrados de mar. El Perú es un país privilegiado en lo que se refiere a disponibilidad de recursos naturales en general y especialmente en recursos vivos marinos. El mar de Grau tiene como principal característica la presencia del más alto nivel de afloramientos fitoplanctónicos (conjunto de plantas microscópicas en suspensión en el mar, con importantes nutrientes que sirven de alimento a los peces, y se originan por la corriente costera peruana y la corriente oceánica del Perú, el sol y los vientos alisios). Se calcula que estos afloramientos cubren más de 25,000 millas cuadradas dependiendo de los vientos y corrientes presentes, y cuyas concentraciones aumentan en Paita, Punta Aguja, Chimbote, Callao, San Juan y Atico. Esta condición hace que nuestras aguas marinas sean unas de las más productivas del planeta, generando una riqueza faunística integrada por una gran cantidad y variedad de especies, mayormente peces, moluscos y crustáceos, así como una altísima densidad de biomasa (hay reportadas alrededor de 800 especies entre las cuales destacan los recursos demersales o de fondo, sobre todo en la plataforma continental).
Los recursos minerales en el mar de Grau también son diversos y cuantiosos. Muchos de ellos se presentan en forma de sales en solución, como el sodio, bromo y magnesio; otros como depósitos de fosforita, azufre, magnetita y asimismo, en los fondos oceánicos, aún por explotar, nódulos polimetálicos con altos contenidos de manganeso, fierro, cobalto, níquel, cobre; y otros más, como el uranio, torio, titano, plutonio. Además, disponemos de carbón, potasa, petróleo y gas asociado, sobre todo en el zócalo continental.
El mar de Grau hace del Perú un país privilegiado por la naturaleza, el mismo que no solo debe ser considerado como un legado histórico de nuestros ancestros, sino que debe ser fuente de estímulo para utilizar las riquezas y características que ofrece como la base para nuestro desarrollo sustentable. Este medio vital nos ofrece múltiples oportunidades para el desarrollo socio-económico de los peruanos, pero también exige de todos nosotros una adecuada protección y conservación del medio acuático y el medio ambiente así como la explotación de los recursos que encierra con prudencia y responsabilidad.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 7 de octubre de 2006
Contamos con un vasto litoral de 3,080 kilómetros de longitud y con más de 1'140,000 kilómetros cuadrados de mar. El Perú es un país privilegiado en lo que se refiere a disponibilidad de recursos naturales en general y especialmente en recursos vivos marinos. El mar de Grau tiene como principal característica la presencia del más alto nivel de afloramientos fitoplanctónicos (conjunto de plantas microscópicas en suspensión en el mar, con importantes nutrientes que sirven de alimento a los peces, y se originan por la corriente costera peruana y la corriente oceánica del Perú, el sol y los vientos alisios). Se calcula que estos afloramientos cubren más de 25,000 millas cuadradas dependiendo de los vientos y corrientes presentes, y cuyas concentraciones aumentan en Paita, Punta Aguja, Chimbote, Callao, San Juan y Atico. Esta condición hace que nuestras aguas marinas sean unas de las más productivas del planeta, generando una riqueza faunística integrada por una gran cantidad y variedad de especies, mayormente peces, moluscos y crustáceos, así como una altísima densidad de biomasa (hay reportadas alrededor de 800 especies entre las cuales destacan los recursos demersales o de fondo, sobre todo en la plataforma continental).
Los recursos minerales en el mar de Grau también son diversos y cuantiosos. Muchos de ellos se presentan en forma de sales en solución, como el sodio, bromo y magnesio; otros como depósitos de fosforita, azufre, magnetita y asimismo, en los fondos oceánicos, aún por explotar, nódulos polimetálicos con altos contenidos de manganeso, fierro, cobalto, níquel, cobre; y otros más, como el uranio, torio, titano, plutonio. Además, disponemos de carbón, potasa, petróleo y gas asociado, sobre todo en el zócalo continental.
El mar de Grau hace del Perú un país privilegiado por la naturaleza, el mismo que no solo debe ser considerado como un legado histórico de nuestros ancestros, sino que debe ser fuente de estímulo para utilizar las riquezas y características que ofrece como la base para nuestro desarrollo sustentable. Este medio vital nos ofrece múltiples oportunidades para el desarrollo socio-económico de los peruanos, pero también exige de todos nosotros una adecuada protección y conservación del medio acuático y el medio ambiente así como la explotación de los recursos que encierra con prudencia y responsabilidad.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 7 de octubre de 2006