El 25 de este mes se llevó a cabo la III Reunión del 2+2 en Santiago de Chile, suscribiéndose una declaración conjunta de los ministros de Relaciones Exteriores y Defensa de ambos países, la cual contiene 19 acuerdos con metas poco trascendentes y con la expresa exclusión del tema de la delimitación marítima, el principal problema que existe entre Perú y Chile.Hemos escuchado manifestaciones optimistas como la del canciller chileno Foxley -“queremos hacer historia”-, también expresiones conciliadoras como la del canciller peruano García Belaunde -“no deseamos que este tema esterilice la agenda”- y, asimismo, declaraciones muy entusiastas como la del ministro de Defensa Allan Wagner -“la meta de las relaciones con Chile es el cielo”-.
Recordemos que el 3 de octubre nuestro canciller manifestó que se encontraba analizando una serie de estudios jurídicos para plantear ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) el tema de la delimitación marítima pendiente con Chile. Sin embargo, una semana después indicó que se privilegiaría el diálogo bilateral para abordar dicha demanda. Es importante también recordar que en agosto 2002, el actual ministro de Defensa Allan Wagner, entonces canciller del gobierno anterior, al término de una visita oficial del ex presidente Toledo a Chile, indicó que “lo más importante es que el tema marítimo ha quedado colocado en la agenda de trabajo del futuro”.
Estas opiniones tan divergentes sobre un tema que afecta profundamente nuestros intereses nacionales, nos deben hacer comprender que la actitud de Chile al negarse a reconocer esta controversia que consideran zanjada hace más de 50 años, se debe a una férrea e invariable política de Estado. Asimismo, es necesario reflexionar sobre la imposibilidad que tienen más de 3,500 pescadores de los puertos de Arequipa, Moquegua y Tacna de operar en una zona marítima de 60,000 Km2 -que nos pertenece- donde existen inmensas cantidades de biomasa pesquera y riquezas naturales, y, asimismo, sobre la inequidad, ya que frente al punto de la Concordia no tenemos mar, mientras que Chile tiene 200 millas y frente a Ilo solo tenemos 40 millas de mar.
Actualmente, además de no existir un tratado específico sobre límites, el Perú ha cubierto los dos requisitos imprescindibles para acogerse al Pacto de Bogotá y presentar una demanda a la CIJ: trazar las Líneas de Base y agotar el trato directo (el 10 de setiembre 2004 con nota diplomática, Chile desconoció oficialmente la controversia de límites con el Perú).
Por lo expuesto, además de continuar con el mejoramiento en las relaciones bilaterales con Chile, nuestro país debería presentar, en el corto plazo, una demanda sobre esta controversia a la CIJ.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 28 de octubre de 2006
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