Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

MORTÍFERA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL

El 26 de junio de este año el Instituto Nacional de Estadística e informática (INEI) alertó que las partículas en suspensión (PTS) –que son producidas por polvo, hollín, polen, cadmio y vapores de ácido sulfúrico, petróleo, dioxinas y plaguicidas, entre otros– presentaron en Lima concentraciones de 257.15 microgramos por metro cúbico (ug/m3), cifra abismalmente mayor al límite de 20 ug/m3 establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En los valores anuales, los registros del INEI muestran cifras promedio de 200 ug/m3, siendo el límite de 50 ug/m3. La exposición a estas elevadas concentraciones ocasiona severos problemas respiratorios y cardiovasculares.

Pero más grave aún es la concentración de partículas PM 2.5, inferiores a 2.5 micrómetros (un micrómetro es la millonésima parte de un metro), las cuales penetran con suma facilidad al aparato respiratorio depositándose en los alvéolos pulmonares e incrementando el riesgo para desarrollar cáncer al pulmón. Son generadas principalmente por el anhídrido carbónico del parque automotor –de una antigüedad de 18 años y, por incalificable negligencia y despreocupación, no pasa revisión técnica desde 1987– produciendo enormes concentraciones anuales promedio de 90 ug/m3, seis veces mayor al límite de 15 ug/m3 dispuesto internamente por DS.074-2001-PCM, a pesar que la OMS lo establece en 10 ug/m3.

Además, los excesivos niveles de plomo producidos por la mala calidad de la gasolina, así como también del azufre generado por el diesel de los vehículos tipo combi y camiones, agravan enfermedades como el asma y la bronquitis crónica. Increíblemente en el Perú se permiten contenidos de azufre en el diesel hasta de 5,000 partes por millón de volumen (ppm), siendo el límite de 50 ppm en países como Chile y México y de 0 ppm en Suecia y Holanda.

El pasado mes de mayo la Unidad de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial presentó el informe “Análisis Ambiental del Perú”, el cual define nuestra degradación ambiental como una de las más altas de la región, siendo el principal problema la contaminación atmosférica urbana que ocasiona costos de salud por S/. 8,200 millones (3.9% del PBI) y es responsable de 4,000 muertes de personas por año. Asimismo, concluye que el gasto público destinado a atender las prioridades ambientales es muy limitado dados los desafíos del país.

El Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), ente rector de la política y gestión ambiental desde hace más de 12 años, ha demostrado incapacidad para frenar la emisión de contaminantes ya que existe un precipitado proceso de degradación de la calidad del aire respirable.

Por lo expuesto, es de urgente necesidad que el CONAM materialice el diseño de nuevas estrategias para reducir la contaminación ambiental a los estándares internacionales cumpliendo con su misión de “promover la conservación del ambiente a fin de coadyuvar al desarrollo integral de la persona humana”.

Publicado en el diario EXPRESO, fecha 7 de julio de 2007

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