LA REFORMA MILITAR
Columna en blanco & en negro, comentario sobre editorial de Diario Gestión de fecha 6 de mayo de 2009
Escribe: Alfredo Palacios Dongo
El ex presidente Alejandro Toledo redujo en 20% el presupuesto de Defensa para el año 2002 sin considerar ningún criterio técnico ni científico, basándose en que un sistema colectivo de seguridad permitiría un proceso de largo plazo de racionalización del gasto en la región, lo cual no se ha dado.
Posteriormente, la Comisión de Reestructuración Integral de las FF AA observó que por falta de presupuesto existían problemas de obsolescencia del material y limitaciones severas en su capacidad operativa.
Esto se ha ido agravando por la escasez de recursos, la antigüedad de las unidades, su desactualizada tecnología y su inadecuado mantenimiento.
Así como el país necesita más educación, salud y vivienda requiere también de una defensa disuasiva y moderna.
La falta de seguridad afecta inexorablemente el ritmo de crecimiento y desarrollo del país.
Publicado en el diario GESTIÓN, fecha 7 de mayo de 2009
Columna en blanco & en negro, comentario sobre editorial de Diario Gestión de fecha 6 de mayo de 2009
Escribe: Alfredo Palacios Dongo
El ex presidente Alejandro Toledo redujo en 20% el presupuesto de Defensa para el año 2002 sin considerar ningún criterio técnico ni científico, basándose en que un sistema colectivo de seguridad permitiría un proceso de largo plazo de racionalización del gasto en la región, lo cual no se ha dado.
Posteriormente, la Comisión de Reestructuración Integral de las FF AA observó que por falta de presupuesto existían problemas de obsolescencia del material y limitaciones severas en su capacidad operativa.
Esto se ha ido agravando por la escasez de recursos, la antigüedad de las unidades, su desactualizada tecnología y su inadecuado mantenimiento.
Así como el país necesita más educación, salud y vivienda requiere también de una defensa disuasiva y moderna.
La falta de seguridad afecta inexorablemente el ritmo de crecimiento y desarrollo del país.
Publicado en el diario GESTIÓN, fecha 7 de mayo de 2009
Editorial Diario Gestión, fecha 6 de mayo de 2009
La reforma militar inconclusa
La reforma militar inconclusa
En medio de la crisis mundial y los traumas generadas por la amenaza de una pandemia, Latinoamérica debe asistir una vez más a un debate inacabable: las repercusiones que genera el anuncio chileno de comprar armas, una actitud que el gobierno peruano advierte que creará un desequilibrio en la región y desembocaría en una carrera armamentista.
Los vecinos del sur alegan que necesitan reemplazar material bélico obsoleto y niegan que su propósito sea amedrentar a los peruanos. Y lo podrían hacer, pues son ingentes los recursos permanentes que poseen los militares chilenos, merced a la transferencia de parte de los ingresos por la venta de minerales.
En tanto, en el Perú crecen las voces para dotar de mayores fondos para renovar un equipo bélico principalmente adquirido en la década de 1970, durante el gobierno de Velasco.
Nadie dice que no deba renovarse el armamento, pero la cuestión de fondo es que el gasto debe obedecer a una organización renovada en las fuerzas armadas, y a un sistema de financiamiento para comprar pertrechos militares que no disminuya los gastos en salud, educación y otras necesidades.
La antigüedad y falta de equipos ya afectan a nuestros soldados cuando deben enfrentar a los narcoterroristas que siguen operando en el VRAE.
El tema, en consecuencia, no debería ser traído a colación cada vez que Chile anuncia compra de armas, porque la comunidad internacional comenzaría a comentar que los nervios nos matan.
Pero tampoco debe ser planteado si antes, o paralelamente, no se pone en marcha una imperiosa reforma de nuestras instituciones castrenses, cuya dirección y administración requiere mostrar resultados concretos y, por supuesto, mayor transparencia.
La pregunta es de dónde sacar el suficiente dinero para efectuar las adquisiciones que se necesitan, porque no se puede aceptar que se aproveche el momento para insistir en utilizar una porción del canon para financiar la compra de material bélico, cuando el propósito de ese instrumento debe ser diferente.
Los vecinos del sur alegan que necesitan reemplazar material bélico obsoleto y niegan que su propósito sea amedrentar a los peruanos. Y lo podrían hacer, pues son ingentes los recursos permanentes que poseen los militares chilenos, merced a la transferencia de parte de los ingresos por la venta de minerales.
En tanto, en el Perú crecen las voces para dotar de mayores fondos para renovar un equipo bélico principalmente adquirido en la década de 1970, durante el gobierno de Velasco.
Nadie dice que no deba renovarse el armamento, pero la cuestión de fondo es que el gasto debe obedecer a una organización renovada en las fuerzas armadas, y a un sistema de financiamiento para comprar pertrechos militares que no disminuya los gastos en salud, educación y otras necesidades.
La antigüedad y falta de equipos ya afectan a nuestros soldados cuando deben enfrentar a los narcoterroristas que siguen operando en el VRAE.
El tema, en consecuencia, no debería ser traído a colación cada vez que Chile anuncia compra de armas, porque la comunidad internacional comenzaría a comentar que los nervios nos matan.
Pero tampoco debe ser planteado si antes, o paralelamente, no se pone en marcha una imperiosa reforma de nuestras instituciones castrenses, cuya dirección y administración requiere mostrar resultados concretos y, por supuesto, mayor transparencia.
La pregunta es de dónde sacar el suficiente dinero para efectuar las adquisiciones que se necesitan, porque no se puede aceptar que se aproveche el momento para insistir en utilizar una porción del canon para financiar la compra de material bélico, cuando el propósito de ese instrumento debe ser diferente.
En resumidas cuentas, debemos alentar la modernización de nuestras fuerzas militares, pero de ninguna manera privilegiar los gastos que se hagan en armas, porque estas, definitivamente, son menos urgentes que los libros y las aulas.