El 22 de este mes fue presentado el estudio de la Unidad de Inteligencia de Economist “La Competitividad en la Industria de Tecnología de la Información 2009”, el cual valora y compara la solidez y desempeño de la industria de la Tecnología de la Información (TI) de 66 países del mundo –incluyendo al Perú– y ofrece una hoja de ruta a los gobiernos para que asuman sus fortalezas y debilidades. Nuestro país alcanzó el puesto 55° entre 66 países, y en la región el 6° entre 8 países, después de Chile (27°), Brasil (40°), Argentina (41°), México (48°) y Colombia (52°).
De los seis factores que analiza el estudio, en tres de ellos nos encontramos a la zaga con bajísimos niveles de puntuación. En investigación y desarrollo (6.9% sobre 100%) por el ínfimo gasto del gobierno y del sector privado; las mínimas patentes registradas y la baja recepción de regalías y aranceles por licencias. En infraestructura (11.9% sobre 100%), por los reducidos gastos del mercado en hardware, software y servicios y la baja cantidad de computadoras, servidores de internet, y conexiones de banda ancha. Y en capital humano (22.1% sobre 100%), por la baja cantidad de estudiantes universitarios en carreras de ciencias, proyectos, desarrollos de aplicaciones y de web.
El asunto es que sufrimos una grave ausencia de propuestas de impulso a la innovación, la ciencia y la tecnología. Nuestro porcentaje de inversión en todo el sector tecnológico es el más bajo en América Latina (0.15% del PBI) –US$ 4 anuales por habitante– a diferencia de Argentina, Chile y Brasil que invierten entre 0.5% y 1%. En la industria de banda ancha, redes esenciales para la competitividad de las empresas –internet, velocidades de bajada y enlaces fijos y móviles–, ocupamos el último lugar en Sudamérica con 2.9% habitantes con acceso, a diferencia de Chile (9.7%), Argentina (9.3) y Uruguay (8.5).
En este contexto, considerando que las tecnologías de la información se están convirtiendo en un índice de progreso económico y social en el mundo, el gobierno debería incrementar la inversión al sector tecnológico, y asimismo, incentivar esfuerzos coordinados con empresas privadas y universidades para que inviertan en tecnología con el fin de fortalecer la competitividad del país, incrementar el emprendimiento y la calidad de vida de la población, así como mejorar la investigación y la capacitación tecnológica de nuestro recurso humano.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 26 de setiembre de 2009
De los seis factores que analiza el estudio, en tres de ellos nos encontramos a la zaga con bajísimos niveles de puntuación. En investigación y desarrollo (6.9% sobre 100%) por el ínfimo gasto del gobierno y del sector privado; las mínimas patentes registradas y la baja recepción de regalías y aranceles por licencias. En infraestructura (11.9% sobre 100%), por los reducidos gastos del mercado en hardware, software y servicios y la baja cantidad de computadoras, servidores de internet, y conexiones de banda ancha. Y en capital humano (22.1% sobre 100%), por la baja cantidad de estudiantes universitarios en carreras de ciencias, proyectos, desarrollos de aplicaciones y de web.
El asunto es que sufrimos una grave ausencia de propuestas de impulso a la innovación, la ciencia y la tecnología. Nuestro porcentaje de inversión en todo el sector tecnológico es el más bajo en América Latina (0.15% del PBI) –US$ 4 anuales por habitante– a diferencia de Argentina, Chile y Brasil que invierten entre 0.5% y 1%. En la industria de banda ancha, redes esenciales para la competitividad de las empresas –internet, velocidades de bajada y enlaces fijos y móviles–, ocupamos el último lugar en Sudamérica con 2.9% habitantes con acceso, a diferencia de Chile (9.7%), Argentina (9.3) y Uruguay (8.5).
En este contexto, considerando que las tecnologías de la información se están convirtiendo en un índice de progreso económico y social en el mundo, el gobierno debería incrementar la inversión al sector tecnológico, y asimismo, incentivar esfuerzos coordinados con empresas privadas y universidades para que inviertan en tecnología con el fin de fortalecer la competitividad del país, incrementar el emprendimiento y la calidad de vida de la población, así como mejorar la investigación y la capacitación tecnológica de nuestro recurso humano.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 26 de setiembre de 2009