El pasado día 18 el ministro de Defensa peruano, Rafael Rey, declaró que al haberse logrado superar los “desentendimientos y desencuentros” con Chile buscará un acercamiento con su homólogo Francisco Vidal para dialogar sobre temas políticos y militares. La respuesta del ministro Vidal –dada el día 19 durante el operativo “Salitre II”– fue condicionando el diálogo a la firma de un método de homologación de gastos militares, tal como el aplicado entre Argentina y Chile. Al día siguiente, al inaugurar el ejercicio binacional “Hermandad” entre Bolivia y Chile, resaltó además que el 2002 Chile le propuso al Perú esta homologación, reiterando “aceptar encantado” el encuentro expresado por su par peruano, siempre que “firmemos” dicho método.
Habría que recordarle al ministro chileno que en setiembre de 2001, durante la 1ra. reunión del Comité Permanente de Consulta y Coordinación Política Perú-Chile (2+2), se iniciaron los estudios del proceso de medición de gastos de defensa, siendo aprobada en la 2da. reunión en julio de 2005, suscribiéndose una “Metodología estandarizada común para la medición de los gastos de defensa”, proceso que nunca se inició por la imposibilidad de determinar los gastos de defensa reales en armamento chileno debido a los alcances de la Ley 13.196 “Ley Reservada del Cobre”, la cual a pesar de muchas tentativas no ha podido ser derogada debido a la resistencia política de quienes consideran que aún con todos sus defectos debe mantenerse, ya que les ha permitido tener paz y seguridad por más de medio siglo, con unas FF AA debidamente equipadas y capacitadas para cumplir con su misión.
En 1999 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) elaboró esta misma metodología entre Chile y Argentina, sin embargo en su informe final especifica que “dadas las características muy especiales de la ley reservada de Chile, no es factible conocer o estimar gastos anuales en compras y mantenimiento de material bélico que es financiado por el rendimiento periódico de las mismas”.
Aunque para el ministro Rafael Rey la homologación de gastos de defensa entre Perú y Chile es tema de agenda, esta no tiene ningún sentido. Además de la abismal diferencia en armamento, la medición no sería confiable ni transparente, y no evitaría la carrera armamentista chilena ni alcanzaría el equilibrio estratégico. Nuestro país no debe adoptar esta metodología, ni mucho menos, aceptar el condicionamiento del ministro de Defensa chileno para iniciar un diálogo.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 24 de octubre de 2009
Habría que recordarle al ministro chileno que en setiembre de 2001, durante la 1ra. reunión del Comité Permanente de Consulta y Coordinación Política Perú-Chile (2+2), se iniciaron los estudios del proceso de medición de gastos de defensa, siendo aprobada en la 2da. reunión en julio de 2005, suscribiéndose una “Metodología estandarizada común para la medición de los gastos de defensa”, proceso que nunca se inició por la imposibilidad de determinar los gastos de defensa reales en armamento chileno debido a los alcances de la Ley 13.196 “Ley Reservada del Cobre”, la cual a pesar de muchas tentativas no ha podido ser derogada debido a la resistencia política de quienes consideran que aún con todos sus defectos debe mantenerse, ya que les ha permitido tener paz y seguridad por más de medio siglo, con unas FF AA debidamente equipadas y capacitadas para cumplir con su misión.
En 1999 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) elaboró esta misma metodología entre Chile y Argentina, sin embargo en su informe final especifica que “dadas las características muy especiales de la ley reservada de Chile, no es factible conocer o estimar gastos anuales en compras y mantenimiento de material bélico que es financiado por el rendimiento periódico de las mismas”.
Aunque para el ministro Rafael Rey la homologación de gastos de defensa entre Perú y Chile es tema de agenda, esta no tiene ningún sentido. Además de la abismal diferencia en armamento, la medición no sería confiable ni transparente, y no evitaría la carrera armamentista chilena ni alcanzaría el equilibrio estratégico. Nuestro país no debe adoptar esta metodología, ni mucho menos, aceptar el condicionamiento del ministro de Defensa chileno para iniciar un diálogo.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 24 de octubre de 2009