Entre el 13 y 25 de este mes se llevará a cabo en Doha, Qatar (Golfo Pérsico), la 15ª Conferencia de los 175 países miembros de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) –ratificada por el Perú el 27 de junio de 1975– para mejorar su control y monitoreo en América Latina.
El comercio internacional legal de flora y fauna negocia anualmente entre US$ 10,000 y 20,000 millones, pero el tráfico ilícito es muy lucrativo; según la Interpol, considerando los elevados decomisos, éste alcanzaría entre el 10% y 15% del comercio legal.
El Perú debe tener una activa e importante participación en dicha convención, ya que si bien posee una extraordinaria variedad de recursos vivos, cuenta con 84 ecosistemas (zonas de vida) de los 104 reconocidos mundialmente, y es uno de los cinco países megadiversos del planeta, lamentablemente tiene amenazadas más de 770 especies de flora y más de 300 de fauna debido al tráfico ilícito o la caza furtiva de muchos animales principalmente por sus pieles (sajino, nutria, venado, jaguar, puma, tigrillo, lobo de río, caimán negro, huangana y ronsoco). Esta situación se ve facilitada por la escaséz de guardabosques y de funcionarios para el control comercial legal.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) acaba de advertir que el mono choro cola amarilla, especie endémica del Perú de los bosques de Amazonas y San Martín, podría desaparecer si no se hace algo para protegerlo. En similar situación se encuentran los monos tacón y nocturno andino, ademas de otras especies como el oso de anteojos, tapir, jaguar, águila de la arpía, gallito de las rocas, perico botones de oro y algunas clases de guacamayos. Además en febrero pasado se denunció la matanza por cazadores furtivos de 300 vicuñas en las pampas de Ayacucho, lugar donde falta vigilancia y capacitación a los comuneros.
En este contexto, en que la ONU ha declarado el 2010 como el “Año Internacional de la Biodiversidad”, debemos implementar medidas urgentes para evitar el tráfico ilegal de nuestra flora y fauna así como la pérdida o degradación de su hábitat, controlando la deforestación en nuestros bosques (66 millones de hectáreas, 12 de los cuales son áreas protegidas), la tala ilegal y el tráfico de tierras; previniendo futuras migraciones de pobladores a bosques primarios; e intensificando el plan de educación sobre el respeto y protección de nuestra biodiversidad, primordial fuente de vida, agua, alimento, salud, abrigo, y un reservorio potencial de riqueza para el país.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 6 de marzo de 2010
El comercio internacional legal de flora y fauna negocia anualmente entre US$ 10,000 y 20,000 millones, pero el tráfico ilícito es muy lucrativo; según la Interpol, considerando los elevados decomisos, éste alcanzaría entre el 10% y 15% del comercio legal.
El Perú debe tener una activa e importante participación en dicha convención, ya que si bien posee una extraordinaria variedad de recursos vivos, cuenta con 84 ecosistemas (zonas de vida) de los 104 reconocidos mundialmente, y es uno de los cinco países megadiversos del planeta, lamentablemente tiene amenazadas más de 770 especies de flora y más de 300 de fauna debido al tráfico ilícito o la caza furtiva de muchos animales principalmente por sus pieles (sajino, nutria, venado, jaguar, puma, tigrillo, lobo de río, caimán negro, huangana y ronsoco). Esta situación se ve facilitada por la escaséz de guardabosques y de funcionarios para el control comercial legal.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) acaba de advertir que el mono choro cola amarilla, especie endémica del Perú de los bosques de Amazonas y San Martín, podría desaparecer si no se hace algo para protegerlo. En similar situación se encuentran los monos tacón y nocturno andino, ademas de otras especies como el oso de anteojos, tapir, jaguar, águila de la arpía, gallito de las rocas, perico botones de oro y algunas clases de guacamayos. Además en febrero pasado se denunció la matanza por cazadores furtivos de 300 vicuñas en las pampas de Ayacucho, lugar donde falta vigilancia y capacitación a los comuneros.
En este contexto, en que la ONU ha declarado el 2010 como el “Año Internacional de la Biodiversidad”, debemos implementar medidas urgentes para evitar el tráfico ilegal de nuestra flora y fauna así como la pérdida o degradación de su hábitat, controlando la deforestación en nuestros bosques (66 millones de hectáreas, 12 de los cuales son áreas protegidas), la tala ilegal y el tráfico de tierras; previniendo futuras migraciones de pobladores a bosques primarios; e intensificando el plan de educación sobre el respeto y protección de nuestra biodiversidad, primordial fuente de vida, agua, alimento, salud, abrigo, y un reservorio potencial de riqueza para el país.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 6 de marzo de 2010