El pasado 22 de marzo el Foro Económico Mundial (FEM) publicó su Informe Global de Tecnología de la Información 2009-2010, el cual es difundido anualmente desde el 2001, y considerado como el más exhaustivo e importante en esta materia a nivel mundial. El informe mide a través de diversas variables el grado de inclusión e impacto de Tecnologías de Información (TICs) en el proceso de desarrollo sostenible y estrategias de competitividad de 133 países, que en su conjunto representan 98% del PBI mundial.
En el ránking general, Suecia se posiciona como el país líder en el uso y desarrollo de tecnologías. En el caso del Perú, ocupamos el puesto 92 entre 133. En Sudamérica estamos por debajo de Chile, Uruguay, Colombia, Brasil y Argentina, pero lo más preocupante es que durante este gobierno hemos descendido 14 puestos (del 78 al 92) entre el informe 2006-2007 y el actual 2009-2010.
En importantes indicadores seguimos ocupando los últimos lugares, tales como: 1) Calidad del sistema educativo; y enseñanza de matemáticas y ciencias (puesto 130 entre 133); –en estos dos cruciales indicadores nos ubicamos solo antes de Bolivia, Zimbabwe y Chad–; 2) Eficacia de los órganos legislativos (125); 3) Calidad de instituciones de investigación científica (118); 4) Protección de la propiedad intelectual (116); 5) Visión del gobierno sobre importancia de las TICs (115); 6) Independencia Judicial (109); 7) Colaboración universidad-industria en investigación y desarrollo (104). Solo resaltamos en libertad de prensa (21).
Bajo este panorama, falta un enfoque y visión de largo plazo en aprovechar las TICs para mejorar nuestra sustentabilidad tecnológica, competitividad y condiciones de vida poblacional. El gobierno, los políticos, la empresa privada y universidades deberían tener la convicción de que sin tecnología el Perú no avanzará hacia un desarrollo sustentable y competitivo. De no lograrse la inserción de la ciudadanía en esta ola de conocimiento y tecnología quedaremos inexorablemente rezagados del entorno global.
El gobierno debe otorgarle prioridad, apoyo y recursos a la ciencia y tecnología. No podemos mantener un modelo de crecimiento basado en la sobreexplotación de nuestros recursos naturales, ocasionando su deterioro, agotamiento, y mayores desigualdades sociales. Debemos apostar por una fórmula de crecimiento sostenido basado en capital humano de calidad, conocimiento e innovación, como palancas para alcanzar un verdadero incremento de nuestra productividad y competitividad.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 17 de abril de 2010
En el ránking general, Suecia se posiciona como el país líder en el uso y desarrollo de tecnologías. En el caso del Perú, ocupamos el puesto 92 entre 133. En Sudamérica estamos por debajo de Chile, Uruguay, Colombia, Brasil y Argentina, pero lo más preocupante es que durante este gobierno hemos descendido 14 puestos (del 78 al 92) entre el informe 2006-2007 y el actual 2009-2010.
En importantes indicadores seguimos ocupando los últimos lugares, tales como: 1) Calidad del sistema educativo; y enseñanza de matemáticas y ciencias (puesto 130 entre 133); –en estos dos cruciales indicadores nos ubicamos solo antes de Bolivia, Zimbabwe y Chad–; 2) Eficacia de los órganos legislativos (125); 3) Calidad de instituciones de investigación científica (118); 4) Protección de la propiedad intelectual (116); 5) Visión del gobierno sobre importancia de las TICs (115); 6) Independencia Judicial (109); 7) Colaboración universidad-industria en investigación y desarrollo (104). Solo resaltamos en libertad de prensa (21).
Bajo este panorama, falta un enfoque y visión de largo plazo en aprovechar las TICs para mejorar nuestra sustentabilidad tecnológica, competitividad y condiciones de vida poblacional. El gobierno, los políticos, la empresa privada y universidades deberían tener la convicción de que sin tecnología el Perú no avanzará hacia un desarrollo sustentable y competitivo. De no lograrse la inserción de la ciudadanía en esta ola de conocimiento y tecnología quedaremos inexorablemente rezagados del entorno global.
El gobierno debe otorgarle prioridad, apoyo y recursos a la ciencia y tecnología. No podemos mantener un modelo de crecimiento basado en la sobreexplotación de nuestros recursos naturales, ocasionando su deterioro, agotamiento, y mayores desigualdades sociales. Debemos apostar por una fórmula de crecimiento sostenido basado en capital humano de calidad, conocimiento e innovación, como palancas para alcanzar un verdadero incremento de nuestra productividad y competitividad.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 17 de abril de 2010