El pasado día 25 de junio, al promediar las 6 de la tarde, un dique lleno de relaves (desechos tóxicos) de la minera Caudalosa Chica, en Huancavelica, colapsó causando el derrame de más de 23,000 m3 de estos en el río Totora, en el distrito de Huachocolpa –provincia de Huancavelica a 2,907 msnm– esparciéndose hacia la cuenca que comprende los ríos Huachocolpa y Opamayo hasta la localidad de Lircay, capital de la provincia de Angaraes, afectando además los ríos Sicras, Escalera y Totorapampa. Cabe resaltar que actualmente en el Perú existen 5,551 pasivos ambientales mineros con contenidos de escorias, desmontes y depósitos de relaves que representan un grave problema de contaminación de los ecosistemas, y solo en Huancavelica, hay más de 30 minas abandonadas con un pasivo ambiental de más de 7 millones de toneladas.
Este reciente alud de relaves ocasionado por la minera Caudalosa Chica ya se veía venir, y la desidia es parte integrante de lo ocurrido. Desde el año 2005, el Ministerio de Energía y Minas con el Gobierno Regional en el estudio “Caracterización del Departamento de Huancavelica” ya advertía que, entre otros, los relaves de esta minera tenían un impacto negativo en los suelos, el agua y el aire. En setiembre de 2006, dicha minera derramó relaves en el río Totorapampa, perjudicando las actividades agrícolas y ganaderas de la zona, ocasionando una marcha de los pobladores de Huachocolpa, además de una irrisoria multa de 5 UIT –equivalentes a S/. 17,000 (US$ 5,200)– impuesta por la autoridad regional de Energía y Minas. En octubre de 2008 vertió al cauce del río Apomayo aguas ácidas sin tratamiento, ocasionando graves daños al medio ambiente, provocando un paro, y la denuncia ante la autoridad competente (Osinergmin) por violar normativas ambientales. Y en febrero de 2009 volvió a derramar sus relaves al río Opamayo, cerca a la localidad de Lircay, ocasionando otro paro provincial.
En este panorama, a pesar que la minera Caudalosa Chica tiene un extenso historial contaminante, y que las autoridades y pobladores de la zona han presentado quejas y denuncias, y realizado diversos paros y marchas, el gobierno y las autoridades competentes del Ministerio de Energía y Minas han demostrado desidia por no prestarles atención, y por haber permitido que esta minera, durante el procesamiento de minerales, siga llenando de relaves un dique en pésimo estado de conservación, hasta que su colapso produjo este grave desastre ecológico con consecuencias que pueden ser irreversibles en los ecosistemas y en la salud de los pobladores.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 10 de julio de 2010
Este reciente alud de relaves ocasionado por la minera Caudalosa Chica ya se veía venir, y la desidia es parte integrante de lo ocurrido. Desde el año 2005, el Ministerio de Energía y Minas con el Gobierno Regional en el estudio “Caracterización del Departamento de Huancavelica” ya advertía que, entre otros, los relaves de esta minera tenían un impacto negativo en los suelos, el agua y el aire. En setiembre de 2006, dicha minera derramó relaves en el río Totorapampa, perjudicando las actividades agrícolas y ganaderas de la zona, ocasionando una marcha de los pobladores de Huachocolpa, además de una irrisoria multa de 5 UIT –equivalentes a S/. 17,000 (US$ 5,200)– impuesta por la autoridad regional de Energía y Minas. En octubre de 2008 vertió al cauce del río Apomayo aguas ácidas sin tratamiento, ocasionando graves daños al medio ambiente, provocando un paro, y la denuncia ante la autoridad competente (Osinergmin) por violar normativas ambientales. Y en febrero de 2009 volvió a derramar sus relaves al río Opamayo, cerca a la localidad de Lircay, ocasionando otro paro provincial.
En este panorama, a pesar que la minera Caudalosa Chica tiene un extenso historial contaminante, y que las autoridades y pobladores de la zona han presentado quejas y denuncias, y realizado diversos paros y marchas, el gobierno y las autoridades competentes del Ministerio de Energía y Minas han demostrado desidia por no prestarles atención, y por haber permitido que esta minera, durante el procesamiento de minerales, siga llenando de relaves un dique en pésimo estado de conservación, hasta que su colapso produjo este grave desastre ecológico con consecuencias que pueden ser irreversibles en los ecosistemas y en la salud de los pobladores.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 10 de julio de 2010