Entre el 29 de este mes y el 10 de diciembre se realizará la Cumbre de Cancún sobre el cambio climático, en la cual gobernantes y representantes de más de 190 países deben fijar metas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global, y llegar a un acuerdo para sustituir o prorrogar la vigencia del Protocolo de Kioto, único instrumento vinculante internacional sobre la protección del medio ambiente que entró en vigor en febrero de 2005 y su vigencia concluye a fines de 2012.
En esta Cumbre se deberían lograr acciones efectivas para enfrentar el calentamiento global debido a que durante la anterior Cumbre de Copenhague, realizada entre el 4 y 18 de diciembre de 2009, no se alcanzaron acuerdos para reducir las emisiones ni enfrentar este fenómeno que está ocasionando graves consecuencias al planeta. Según la Cruz Roja, en el 2009, por condiciones extremas del clima, se produjeron alrededor de 320 desastres naturales que dejaron 8.700 muertos y 139 millones de damnificados.
Desde el año 1750 –época preindustrial– el uso cada vez mayor de combustibles fósiles y la deforestación elevaron la concentración de CO2 en la atmósfera, de 280 partes por millón (ppm) hasta 385 ppm actualmente, lo cual incrementó la temperatura del planeta en los últimos cien años en 0.74°C, pero con un acelerado aumento en los últimos decenios, por la mejora de la economía mundial impulsada por China e India y las actividades productivas en escenarios de crecimiento económico. Según el IV Informe del Panel Intergubernamental esta concentración no debe superar las 450 ppm, para lo cual las emisiones en el mundo deben reducirse en 50% al año 2050. Esto obliga a los países desarrollados y emergentes a reducirlas entre 20% y 40% antes del 2020, y entre 80% y 90% antes del 2050, lo cual será imposible de cumplirse ya que desde 1990 los gases contaminantes han aumentado en 28%, y solo en el 2009 el mundo arrojó a la atmosfera 34,000 millones de toneladas de CO2.
Bajo este panorama, se presentan muy lentas las negociaciones en la ONU por la falta de consenso para sustituir o prorrogar la vigencia del Protocolo de Kioto, fundamentalmente por irracionales intereses del capital de países industrializados y emergentes que prevalecen a razones de justicia distributiva internacional e intergeneracional. Esta situación avizora una Cumbre sin expectativas de alcanzarse un acuerdo global vinculante para reducir las emisiones de gases invernadero a la atmosfera, cuyo incremento progresivo y sostenido, de no reducirse, puede elevar la temperatura de la tierra entre 1.4°C y 5.8°C y afectar seriamente la supervivencia de la especie humana.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 27 de noviembre de 2010