El Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP) ha presentado un extenso estudio del Barómetro de las Américas denominado “Cultura política de la democracia 2010 - Consolidación democrática en las Américas en tiempos difíciles”, el cual está basado en 43,990 entrevistas realizadas en 26 países de América Latina y el Caribe –analizadas por 46 investigadores– con el fin de examinar en cada país, en perspectiva comparada, temas relacionados a valores y comportamientos democráticos.
En el caso del Perú, entre 2008 y 2010 ha aumentado en 2% el apoyo al sistema político y la satisfacción con la democracia, sin embargo, el apoyo a la democracia ha disminuido en 5.4%; en apoyo al Estado de Derecho registramos el tercer porcentaje más bajo entre los 26 países, e inclusive, un 45.3% justificaría un golpe militar (policial), porcentaje que solo es mayor en 3 países: Guatemala 46%, México 47.1% y Belice 47.8%. Asimismo, en relación a la legitimidad del sistema político son analizadas las actitudes sobre el apoyo al sistema y la tolerancia hacia la oposición política, necesarios para la estabilidad democrática en el largo plazo; en ambas nos ubicamos entre los 5 países que registran los menores porcentajes.
El estudio presenta también el grado de influencia de percepción de corrupción e inseguridad –y su victimización– en el comportamiento del apoyo a la democracia, siendo ambos considerados como los principales retos de gobernabilidad y de significativos efectos negativos en el apoyo democrático y sistema político. Tanto en percepción de inseguridad como en cantidad de personas víctimas de la delincuencia el Perú presenta el mayor porcentaje entre los 26 países. En corrupción y en cantidad de personas víctimas de este flagelo estamos entre los tres países con mayor porcentaje. Además, la confianza interpersonal con la comunidad, después de Haití, es la más baja en nuestro país entre los 26 evaluados, esto significa una baja participación ciudadana en el sistema de gobierno.
Bajo este panorama, este documento presenta importante información que debería suscitar una especial reflexión del gobierno, de la clase política y de los candidatos presidenciales sobre las potenciales áreas problemáticas que afectan nuestra democracia, originadas fundamentalmente por la alta insatisfacción de la ciudadanía con los servicios que brinda el Estado. Le corresponde al nuevo gobierno, que iniciará su mandato en julio próximo, mejorar el sistema político con mayor transparencia, justicia, igualdad, plena participación ciudadana, y fortalecimiento de las instituciones, como elementos cruciales para otorgarle legitimidad y sostenibilidad a nuestra débil e imperfecta democracia.
Publicado en el diario EXPRESO, fecha 29 de enero de 2011
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