Hace seis meses, el 28 de julio de 2011, en su discurso ante el Congreso de la República al asumir el gobierno, el Presidente Ollanta Humala anunció la ejecución de una política contra las drogas que consolide el modelo peruano de desarrollo alternativo integral y sostenible para convertir a los productores ilegales en agentes de una economía legal. Este concepto general ya debería estar plasmado y en ejecución en la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2012-2016, la cual sin embargo aún se desconoce.
Es preocupante que desde inicio de este gobierno solo hayamos escuchado de distintos voceros declaraciones insuficientemente sustentadas sobre acciones para enfrentar el narcotráfico, entre ellas, el desarrollo de las zonas cocaleras, cultivos alternativos, mayor captación de fondos de cooperación internacional, ataque a los cárteles de droga, interdicción, mayor control de puertos y aeropuertos, prevención, control de insumos químicos, presencia del Estado en el VRAE, prevención del consumo de drogas, y hasta subsidio a cocaleros. Preocupa además, que en los seis meses transcurridos ya tengamos dos presidentes ejecutivos de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), y nada menos que tres Directores Antidroga de la Policía Nacional.
Ya desde noviembre de 2011 el ex jefe de Devida, Ricardo Soberón, afirmaba que la nueva estrategia estaba lista para su aprobación en el Consejo de Ministros. Asimismo, el pasado día 16, el Primer Ministro Oscar Valdés, reiteró que el gobierno ya tenía listo el nuevo plan contra las drogas, y que el pasado día 18 sería aprobado, lo cual no sucedió, pero además, nos dejó un angustioso mensaje: “Estamos luchando contra el narcotráfico por nuestra cuenta; pero los fondos destinados a esta tarea no son suficientes”. Por su parte, la nueva jefa de Devida, Carmen Masías, aunque el día 16 también afirmó que la estrategia antidrogas estaba lista para su aprobación, al día siguiente se contradijo en que seguirá siendo revisada por su equipo de trabajo.
Bajo este panorama, el narcotráfico es la más grande lacra social y una seria amenaza contra la seguridad del país, y por grave e irresponsable inacción del gobierno aprista ocupamos actualmente el vergonzoso primer puesto como productores de cocaína pura, ya que en sus 5 años pasamos de 180 a 325 toneladas (40% del total mundial).
Por tal motivo no se debe continuar con esta alarmante indefensión. Es prioritaria y urgente la aprobación y ejecución de la Estrategia de Lucha contra las Drogas 2012-2016 que formalice la voluntad política del Estado de fortalecer las políticas públicas, y poner en marcha los ejes estratégicos y la aplicación de metas y objetivos claros y con indicadores medibles, para enfrentar de manera eficaz y eficientemente el gravísimo problema del narcotráfico en nuestro país.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo, publicado en el diario EXPRESO, fecha 28 de enero de 2012