El pasado día 9 un grupo de unos 40 terroristas llegaron a las 4 de la mañana al poblado de Kepashiato, en La Convención, Cusco, reunieron a la población, dieron arengas subversivas y realizaron acciones proselitistas. Tras permanecer 3 horas y media se llevaron secuestrados a 36 trabajadores de las empresas que operan el gasoducto de Camisea dirigiéndose hacia la espesura de la selva. Después de 5 días, en que las FF AA y PNP tuvieron enfrentamientos y ejercieron una enérgica presión a los terroristas, los 36 trabajadores secuestrados fueron liberados por sus captores.
De acuerdo a los acontecimientos registrados, podemos llegar a las siguientes conclusiones:
1) No existe una estrategia antiterrorista clara del gobierno;
2) Debemos reconocer el valor y sacrificio de los efectivos de las FF AA y PNP, quienes a pesar de la falta de unidades aéreas y equipamiento militar adecuado, falta de tecnología (satélite, aviones sin piloto UAV, sistemas de sensores térmicos e infrarrojos), carencias logísticas y muy mal remunerados, se enfrentan, por amor a la patria, a un enemigo criminal aliado con el narcotráfico conocedor de esa abrupta zona, y que cuenta con ingente cantidad de armamento pesado (fusiles FAL, AKM y GALIL, ametralladoras PKM, Lanzacohetes RPG y Lanzagranadas MGL);
3) Estamos frente a un contingente de delincuentes criminales –según el Comando Conjunto 600, según otros cálculos 2,000– que con este secuestro y acciones terroristas han demostrado gran capacidad operativa, militar, y aproximación a la población, además, de gran crueldad y audacia para vanagloriarse de sus asesinatos frente a un grupo de periodistas.
4) Se equivocó el presidente Ollanta Humala al etiquetar –desde Colombia– la liberación de los rehenes como “una victoria impecable”, a pesar del cruento saldo de 4 efectivos fallecidos, 10 heridos y 2 desaparecidos de las FF AA y PNP, pérdida de un helicóptero y armamento de guerra, y ninguna captura ni baja de terroristas;
5) La misión del helicóptero UH-1H-II donde falleció la capitana PNP Nancy Flores y desaparecieron 2 suboficiales presentó serios errores operativos al actuar en la zona, ya que esta aeronave no es blindada, su armamento es inadecuado, además, no fue asignado un segundo helicóptero como protección (sombrilla);
Y 6) El sistema de inteligencia no ha funcionado en absoluto; es desconcertante que 40 terroristas se desplacen desde un lugar indeterminado hasta Kepashiato, permaneciendo más de 3 horas en el lugar del secuestro y retirándose con 36 trabajadores (76 personas), sin haber sido advertidos, además que periodistas hayan contactado en la zona de Alto Lagunas con terroristas, de los cuales, los servicios de inteligencia nunca obtuvieron información sobre sus desplazamientos.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo, publicado en el diario EXPRESO, fecha 21 de abril de 2012