Después
de 5 años de inactividad, y debidamente reparado y modernizado, el Buque de
Investigación Científica (BIC) Humboldt –construido en 1977 en los astilleros
del Servicio Industrial de la Marina (Sima)– realizará su 21ª.expedición hacia
la Antártida zarpando el 29 de diciembre próximo con 45 científicos abordo y en
una travesía de 25 días arribará a nuestra Estación Científica Antártica Machu
Picchu (Ecamp) –ubicada en la Ensenada Mackellar, dentro de la Bahía
Almirantazgo, Isla Rey Jorge–, donde se realizarán estudios de investigación
ambientales, de física y biología.
El
1 de diciembre de 1959 fue suscrito el Tratado Antártico, el cual entró en
vigencia en junio de 1961. El Perú se adhirió en abril de 1981, ratificándolo
en noviembre de dicho año. En enero de 1988 se realizó la primera expedición
científica (Antar I) en el BIC Humboldt, y durante la segunda (Antar II), en
enero de 1989, se instaló la Estación Científica, adquiriendo el Perú el status
de miembro pleno o consultivo, con voz y voto. Estos antecedentes y las
responsabilidades asumidas nos obligan a mantener nuestra presencia y un
proceso constante de investigación científica y cuidado del medio ambiente.
La
Antártida cuenta con una superficie de más de 14 millones de km2 sin considerar
la zona de hielo que cubre la plataforma continental, además alberga con gran
cantidad de recursos vivos y no vivos y de agua dulce (90% de todo el hielo en
el mundo) que son vitales para el futuro del planeta. En este contexto el Perú
es un país del hemisferio austral vinculado a este continente por sus costas
que se proyectan hacia él (el origen de las corrientes peruanas se ubican en la
región Antártica); además, por nuestra evolución histórica y ubicación en
Sudamérica tenemos fundados derechos de participar en acciones de política
internacional relacionadas a este continente y aspirar a una posesión soberana
en dicha región.
La
ubicación y tamaño del continente antártico definen la trascendencia
geopolítica y geoestratégica para nuestro país porque favorecería nuestra
navegación marítima internacional en dicha zona ya que se podría contar en el
futuro con una base de apoyo para el desarrollo del tráfico marítimo, asimismo
es importante por nuestro desarrollo de la investigación científica, la
cooperación e intercambio con los países integrantes, los vastos recursos
estratégicos (petróleo, magnesio, carbón, antimonio, cromo, etc.) y el valor
protéico del pequeño crustáceo krill para el consumo humano. Es importante todo
esfuerzo que nos permita visualizar nuestro interés y problemática subyacente
respecto a la Antártida.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 17 de noviembre
de 2012