Según
una reciente investigación realizada por científicos de la Universidad
estadounidense de Ohio y publicada a inicios de abril pasado en la revista
Science, el hielo de los glaciares de los Andes peruanos, que tardó 1,600 años
en formarse, se ha derretido en apenas 25 años debido al aumento de las
temperaturas que han roto el equilibrio natural. En Sudamérica los glaciares tropicales
están ubicados mayoritariamente en la Cordillera de los Andes: 71% en el Perú, 20%
en Bolivia, 4% en Ecuador y 4% en Colombia.
Hace
40 años los glaciares en el Perú cubrían más de 2,000 km2, los que se han
reducido a menos de 1,500. En la Cordillera Blanca, de 720 km2 quedan unos 500.
En la Cordillera Negra existían también glaciares, pero se extinguieron y ahora
quedan solo lagunas Los incrementos de temperatura producidos por el cambio
climático ocasionarían la desaparición al 2030 de los glaciares por debajo de
los 5,000 msnm generando un grave problema de falta de agua.
Casos
patéticos son el del nevado Broggi (4,860 msnm) ubicado al este de Yungay, que desapareció
el 2005, o el del nevado Quilca, en Puno (5,250 msnm) que ha perdido su área
glaciar. El glaciar Quelccaya, en la cordillera Vilcanota, Cusco (5,500 msnm) su extensión de hielo de
44 km2 se ha reducido a la mitad y podría desaparecer en 10 años. El Pastoruri
en Áncash (5,240 msnm) hace 15 años, con 1.8 km2 de área glaciar, era un
atractivo turístico y deportivo, actualmente tiene solo una cubierta de hielo
de 1 km2. El Coropuna, en Arequipa (6,425 msnm) perdió más de 50% de superficie
glaciar en 20 años (de 120 a 55 km). El Huaytapallana (4,500 a 5.700 msnm), principal
fuente de agua para Huancayo, ha perdido 50% de superficie glaciar y en 15 años
podría desaparecer. Y el nevado ancashino Yanamarey (4,890 msnm) podría
desaparecer en menos de 5 años.
Bajo
este panorama, nuestros glaciares son las víctimas más visibles del cambio
climático, por lo que debería establecerse una estrategia nacional para enfrentar
los impactos de su acelerado retroceso, que incluya su inventario completo,
monitoreo y control de su evolución, fortalecimiento de los ecosistemas de los
andes tropicales, mitigación de los efectos del calentamiento global creando
conciencia a las poblaciones, adecuación de la agricultura, manejo de recursos
hídricos, reemplazo del almacenamiento natural del agua de los glaciares con
reservorios artificiales, prevención de desbordes de agua represada en las
lagunas por desprendimientos de masas de glaciares, entre otros.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 11 de mayo de
2013