Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

RESIDUOS MÉDICOS BIOCONTAMINANTES

El pasado día 9 fueron encontrados residuos médicos biocontaminantes en el río Chillón, en un canal de regadío del fundo El Cañón, en Carabayllo –presumiblemente del Hospital Nacional Hipólito Unanue–, cuya agua la usan los pobladores del lugar en riego agrícola, lavado de ropa e inclusive para consumo humano. Habían residuos anátomo patológicos manchados con sangre: ropa médica, catéteres, guantes y mascarillas descartables, gasas, etc., además, residuos punzocortantes (jeringas con agujas hipodérmicas usadas).

Los siguientes días hallaron más residuos de hospitales en otros 5 canales de riego de la zona (Isleta, Guayabo, San Juan de Dios, Feudatarios y San Alejandro). Esta peligrosa acción es definida como infracción muy grave, por constituir un potencial riesgo para la salud de la población ya que su carga microbiana puede ingresar al organismo humano, además de contaminar peligrosamente el medio ambiente.

Existe una amplia normatividad sobre residuos sólidos de establecimientos de salud (ámbito no municipal), desde la Ley N° 27314 General de Residuos Sólidos (2000), su Reglamento (2004), modificatoria a la ley (2008), Plan Nacional de Gestión (2010) y norma técnica de gestión y manejo (2012), según la cual le corresponde al Ministerio de Salud su regulación, fiscalización y sanción, y, a las Direcciones de establecimientos de salud locales y regionales, su manejo y tratamiento, con infraestructura adecuada, personal debidamente equipado, entrenado y capacitado, hasta su entrega, con el manifiesto correspondiente, a la empresa prestadora de servicios de residuos sólidos (EPS-RS).

El pasado 7 de junio fueron descubiertos, en una vivienda de Puente Piedra, 3 toneladas de residuos biocontaminantes, seleccionados en sacos para reciclarlos  (jeringas descartables –en un tonel para su lavado–, frascos vacíos de suero, guantes quirúrgicos, máscaras de nebulización y bolsas de soluciones para diálisis), y hasta la fecha no se tiene conocimiento a que hospital o centro de salud pertenecían ni como fueron obtenidos.

Bajo este panorama, lamentablemente no se cumple la normativa ni se extreman las precauciones en el manejo de residuos sólidos peligrosos. En el campo de residuos sólidos en general y en particular de éstos residuos peligrosos, además de una marcada falta de control y fiscalización, no existe la infraestructura ni la tecnología de tratamiento que permita gestionarlos adecuadamente a través de todo su ciclo, desde su recolección, transporte, segregación, acondicionamiento, tratamiento, hasta su disposición final.

Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 13 de julio de 2013


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