El
pasado día 28 se cumplieron 10 años de la presentación del “Informe Final” de
la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), elaborado por 12 ex
comisionados de predominante orientación izquierdista con un exorbitante presupuesto
de US$ 11’740,000 para 2 años (CVR chilena gasto US$ 1 millón en mismo tiempo).
Según
ellos “investigaron e hicieron pública la verdad de dos décadas de origen político
del Perú” (1980-2000), sin embargo, sus conclusiones no son aceptadas por la
mayoría de peruanos porque abrieron terribles heridas al país, principalmente
por no deslindar entre la criminal agresión terrorista y la defensa del Estado que
con sus FF AA protegieron la sociedad, y además, porque para ellos
increíblemente no hubo terrorismo sino “conflicto armado interno” y “violencia
política”.
El
ex presidente de la CVR, Salomón Lerner Febres, tras 10 años sigue mintiendo al
país afirmando que no hubo sesgo antimilitar. El informe demuestra paladinamente
lo contrario: “las violaciones más graves a los
DD HH por parte de agentes militares fueron ejecuciones extrajudiciales,
desaparición forzada de personas, torturas tratos crueles, inhumanos o
degradantes” y “práctica extendida de violación sexual contra la mujer”
(conclusión N°46); la actuación de las FF AA involucró “prácticas generalizadas
y/o sistemáticas de violaciones de DD HH” (N°55); la intervención militar
produjo una “secuela de violaciones masivas de DD HH” (N°59); en el
establecimiento de Comandos Políticos-Militares e intervención de las FF AA, se
permitieron “numerosas violaciones de DD HH de manera sistemática y/o
generalizada” (N°84).
Además, vergonzosamente piden “el justo castigo a los perpetradores
y el consiguiente fin de impunidad” (N°168) refiriéndose al juzgamiento de
combatientes de las FF AA a quienes denunciaron, pero no así a terroristas senderistas
reconociéndolos como “partido político”. Inclusive, Lerner Febres, en el súmmun
de su parcialidad y apasionamiento ideológico, reiteró que las FF AA tuvieron responsabilidad
institucional en las violaciones de DD HH, y por esos hechos el Estado y las FF
AA deben pedir disculpas al país.
Bajo este panorama, como creer en un sesgado informe con visión
ideológica parcializada y benevolente con el terrorismo, que distorsionó el
número de víctimas y en sus listas incluía a los terroristas “William”, y
“Alipio” (para reparaciones), y que no ha reconciliado ni contribuido a la
pacificación, y que después de 10 años sigue dejando enormes heridas abiertas
en nuestro país.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario
EXPRESO, fecha 31 de agosto de 2013