La
institución conservacionista “Mundo
Azul” denunció que en nuestro país se matan anualmente 15,000 delfines para
usarlos como carnada para cazar tiburones. La captura de delfines está
prohibida, pero la de tiburones es legal si mide más de 1.60 metros; su
indiscriminada matanza se debe a que sus aletas son muy cotizadas en la gastronomía
asiática donde preparan, como costumbre religiosa, sopa con dichas aletas.
Tras
esta denuncia, es muy preocupante que el viceministro de Pesquería, Paul
Phumpiu, haya manifestado que “no se tienen todavía las herramientas necesarias
para perseguir a los pescadores ilegales”. Según el último censo pesquero, de
16,000 naves pesqueras artesanales, 10,000 operan sin permiso, además, se estima
que 1,000 embarcaciones artesanales no registradas extraen grandes cantidades
de anchoveta –que debe usarse para consumo humano directo– y la vendan a
plantas procesadoras de harina. Además, la “pesca negra” no registrada que no
paga impuestos, representa un 20% de nuestra explotación pesquera.
Produce
presenta limitaciones de naturaleza tecnológica, administrativa y de recursos
presupuestales y humanos para monitorear, fiscalizar y controlar la sobredimensionada
flota pesquera (16,000 artesanales, 365 de menor escala y 1,100 industriales). El
sistema de control y vigilancia satelital (Sisesat) para la flota pesquera
industrial fue declarado obsoleto en diciembre 2011 y su repotenciación no
concluye.
Bajo
este panorama, nuestro extenso mar (1'140,000 km2) contiene inmensas zonas productivas
pesqueras con más de 1,000 especies identificadas de peces, 1,000 de moluscos y
400 de crustáceos, además, en 3,080 km de litoral tenemos alrededor de 200
caletas y desembarcaderos, y por eso debemos cuidar nuestros recursos
hidrobiológicos de la grave pesca ilegal efectuada por embarcaciones cada vez
mejor equipadas y con tecnologías de navegación, detección y captura más
sofisticadas.
Para
enfrentarla se requiere:
1)
Aumentar la cantidad de inspectores de Produce (son solo 250 para control de
embarcaciones y plantas industriales;
2)
Mayor control en permisos de pesca y cuotas asignadas, vedas al stock
desovante, de juveniles y tallas mínimas;
3)
Intensificar operativos conjuntos de Produce con patrulleras de la Dirección
General de Capitanías y Guardacostas de la Marina para intervenir embarcaciones
ilegales;
4)
Mayor participación de las Capitanías de Puerto y Gobiernos Regionales; y
5)
Controlar con equipos de alta tecnología satelital las embarcaciones y barcos
factorías ilegales asiáticos y europeos, que dentro y adyacente a las 200
millas, depredan nuestros recursos hidrobiológicos.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 26 de octubre
de 2013