Artículos de opinión de Alfredo Palacios Dongo

SIN INSTITUCIONES SÓLIDAS, NI PROGRESO NI DESARROLLO

Hace mucho tiempo el tema de la calidad de las instituciones nacionales se ha dejado de lado en discusión, debates y estudios. Si bien nuestro país tiene ilimitadas oportunidades para progresar y desarrollarse, mientras que el gobierno y las instituciones no sean transparentes, confiables y predecibles no lograremos un cambio sustancial en la vida de los peruanos.

Es realmente preocupante nuestra situación institucional, según una encuesta de Ipsos Apoyo publicada el pasado día 22 sobre nivel de aprobación de poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) –responsables de lograr los cambios y el desarrollo de la democracia– peligrosamente se encuentran en el más bajo porcentaje de desconfianza política y jurídica con tendencias de grave caída desde el 2011, el Ejecutivo 15% de aprobación (cae desde 34%), Legislativo 9% (cae desde 18%) y Judicial 13% (cae desde 22%).

Las razones de esta mayoritaria desconfianza tiene estrecha relación con una informalidad política donde destaca el clientelismo y prebendarismo; falta de capacidad y creciente fragmentación, con gran número de congresistas cuestionados, investigados o denunciados que impide al Congreso equilibrar o servir de contrapeso las acciones del gobierno; administración de justicia endeble, de muy baja calidad, sin transparencia, y sujeta a prácticas corruptas; Policía con limitaciones de recursos y capital humano para enfrentar el crimen y delincuencia; y una escasa credibilidad y bajísimos niveles institucionales de los partidos políticos.

Diferentes organizaciones como el Foro Económico Mundial, Political Risk  Services, Policy Network, Fundación Libertad y Progreso o Barómetro Latinoamericano nos ubican relegados y con muy bajos índices de calidad institucional, además, James Robinson, investigador de la Universidad de Harvard, quien participó en Lima (9 y 10 junio pasado) en el II Foro Industrial “industrialización e institucionalidad”, nos advirtió que la debilidad institucional nos puede llevar al fracaso como país, manifestando que aún tenemos un Estado débil, clientelista y sin servicio civil, con un sistema fiscal muy inadecuado y muchos problemas para ejercer su autoridad en buena parte del territorio.

Bajo este panorama, requerimos todavía de muchas décadas para atravesar el umbral del desarrollo, pero para ello se requiere mantener un adecuado flujo de inversiones, mejorar significativamente la calidad del capital humano y elevar sustancialmente la productividad, lo cual depende de que mejoremos la calidad y capacidad de nuestras precarias instituciones para hacer más eficiente la acción del Estado.


Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 5 de julio de 2014

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