Entre los días
2 al 5 de este mes una Misión Conjunta de Monitoreo de la Organización de
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y del
Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico-Artísticos (Icomos) verificaron
la situación de nuestro complejo arqueológico Chan Chan del Reino Chimú, “la
ciudad de barro más grande del mundo” (20 km2) construida entre los años 850 y 1470
DC, ubicada en el valle de Moche, costa norte, frente al mar en Huanchaco, Trujillo.
Aunque los
resultados de dicha inspección, sobre planes de gestión y planificación a nivel
municipal y provincial, serán recién conocidos en febrero 2015, los
representantes de dichas organizaciones instaron a las autoridades a proteger
esta importante zona arqueológica que en noviembre de 1986 fue inscrita por Unesco
en la Lista de Patrimonio Cultural de la
Humanidad, pero simultáneamente considerada en la Lista de Patrimonio Mundial
en Peligro por su vulnerabilidad y mal estado de conservación, permaneciendo 28
años en esta situación por no existir garantías de protección del complejo a
largo plazo contra amenazas climáticas, fragilidad de estructuras, aguas
subterráneas, invasiones y acciones humanas.
Lamentablemente
nuestro complejo está también incluido en la Lista 2014 de Monumentos de
América Latina en Riesgo, del Fondo de Monumentos del Mundo (WMF), como lugar amenazado
que requiere urgentes trabajos de conservación, y además, en junio pasado, el
mismo Ministerio de Cultura declaró a Chan Chan (y otros 7 complejos) en vulnerabilidad
extrema por escasa protección ante lluvias, invasiones y huaqueros.
Desde hace más
de 30 años unos 260 agricultores invadieron la zona intangible y de
amortiguamiento del complejo arqueológico; al respecto, en julio 2004 se
promulgó la ley 28261 declarando de necesidad y utilidad pública la recuperación
del complejo arqueológico, disponiendo la reubicación de dichos agricultores, pero
ésta no ha podido concretarse porque increíblemente, la ley, después de 10
años, no ha sido reglamentada. Además, otro grave riesgo es el arrojo de unas 6
toneladas diarias de basura y desmonte de construcción en su zona de
amortiguamiento.
Bajo este
panorama Chan Chan es una obra magnífica de la cultura Chimú, de profundo
legado para el Perú y el mundo por sus valores históricos, culturales, sociales
y riqueza arquitectónica, por tal motivo, debe hacerse el mayor esfuerzo
económico y material para lograr su óptima protección, conservación y total
restauración.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 13 de diciembre de 2014