La
informalidad abarca 84% de micro y pequeñas empresas (mypes) que aunque no
llevan registros de ventas emplean 8 millones de trabajadores, principalmente
jóvenes (de 10 trabajadores jóvenes 8 son informales). Además las grandes y
medianas empresas no invierten en tecnología ni innovación que les permita
crear más puestos de trabajo formal.
Nuestra
informalidad alcanza niveles alarmantes en casi todos los sectores: en minería,
de 500,000 mineros ilegales solo se han formalizado 631 (0.13%); en el sector
financiero, 50% de cooperativas de ahorro y crédito no están afiliadas; en
tecnología, existen 65% de software sin licencia, 52% de conexiones de TV
informales, y, de 470 operadoras de cable, solo 12 son formales.
También
elevados niveles de informalidad en: transporte interprovincial (77%), Taxis y
combis (60%), empresas de seguridad (68%), inmobiliarias y constructoras (60%),
predios construidos sin licencia municipal (70%); agencias de viajes (55%), restaurantes
(75%) y cevicherías (95%), mercado de bebidas alcohólicas (34%), entre muchos otros
ejemplos.
Bajo
este panorama el gobierno es responsable de encontrarnos sumidos en el extremo
de la informalidad por no tener estrategias de formalización que haga atractiva
la formalidad y simplifique la normativa (inadecuada legislación laboral, abrumadoras
regulaciones y trámites, complejo sistema tributario y excesivos impuestos), agravado
por su falta de capacidad, debilidad, ineficiencia o corrupción institucional
para realizar reformas, hacer cumplir las leyes, promover la capacitación
laboral, mejorar el capital humano, y crear nuevos puestos de trabajo.
Uno
de los principales retos del gobierno debe ser la formalización de nuestra
sociedad. En tanto no se solucione esta grave informalidad económica, laboral y
social, nuestra productividad y desarrollo se verán gravemente afectados, y mientras
tanto, las cifras macroeconómicas y de crecimiento, competitividad y desarrollo
humano, serán cada vez más frágiles y distorsionadas.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 27 de junio de
2015