El pasado día
27 el Frente de Defensa de la Cuenca del Río Ramis realizó un nuevo paro (de
los muchos realizados desde hace 8 años) acatado por organizaciones populares y
pobladores de la región Puno como medida de protesta contra los relaves mineros
producidos por la irracional minería ilegal que afecta gravemente los suelos
(cultivos y fertilidad de la tierra), la flora y fauna, y el cauce de 6 de los
7 ríos de la cuenca (Crucero, Santa Rosa, Llallimayo, Ayaviri, Pucará y
Azángaro).
Lo increíble es
que las aguas de los ríos de esta cuenca de 200 km hasta su desembocadura en el
Lago Tititcaca, deberían ser cristalinas por nacer del deshielo de los nevados
de Ananea, sin embargo, presentan un color café oscuro y arrastran sólidos en
suspensión (aluminio, hierro, arsénico y cobre) y elementos tóxicos (mercurio y
cianuro) de los relaves de unos 500 asientos mineros que desde hace 20 años explotan
oro ilegal en los distritos de Ananea y Rinconada.
Durante el
gobierno anterior, entre julio y octubre 2007 se aprobó un plan de acción, se nombró
una comisión multisectorial y se declaró en emergencia la cuenca con la
finalidad de recuperarla pero nada se avanzó. En junio 2011, después de
enfrentamientos que dejaron 6 víctimas mortales durante una marcha de
pobladores de Azangaro hacia Juliaca, el gobierno declaró de interés nacional y
necesidad pública su limpieza, y hasta prometió la financiación de 50 proyectos
para mitigar los graves impactos contaminantes de la cuenca, pero nunca lo
concretó.
En el actual
gobierno, en julio 2012 el Premier y 5 ministros inspeccionaron la zona
comprobando una grave contaminación prometiendo combatir la minería ilegal y
reordenar acciones de remediación en el distrito de Ananea (Urresti prometió
una base policial con 600 hombres), también, viabilizar la formalización de los
mineros ilegales y acciones para superar la contaminación de manera permanente,
pero las promesas fueron incumplidas y las paralizaciones y conflictos sociales
se incrementan y agravan.
Bajo este
panorama se requiere mayor firmeza del gobierno con los mineros ilegales,
avanzar en la formalización, y la puesta en marcha de los proyectos aprobados y
trabajos de remediación ambiental en esta cuenca, entre ellos, construcción de
reservorios, canales de irrigación, plantas de tratamiento, represas de
contención, y descolmatar los ríos, lo cual, increíblemente, no se ejecuta por
falta de presupuesto.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 31 de octubre de 2015