Según la Cámara
de Comercio de Lima (CCL) la economía peruana crecería 3% el 2016, y aunque el
Banco Central de Reserva (BCR) señala 4%, otras proyecciones registran un
crecimiento por debajo de 2%, sin embargo, para el Departamento de Estudios del
Fondo Monetario Internacional (FMI) la pobreza solo podrá reducirse
significativamente con tasas de crecimiento sostenidas mayores al 5%.
El mínimo
porcentaje de reducción de la pobreza en 2014, de 1.2% respecto a 2013 (de
23.9% a 22.7%), se relaciona con el bajo crecimiento económico el cual cayó a
2.4% desde 5.8% en 2013 y un promedio de 6.5% entre 2005 y 2012. El informe
técnico de abril 2015 del Instituto Nacional de Estadística e Informática
(INEI) registra para 2014 un índice de 22.7% de pobres equivalente a alrededor
de 7 millones de peruanos y presenta niveles de pobreza rural inadmisibles
(46%) donde casi la mitad de peruanos es pobre.
El crecimiento
de la clase media también se ha desacelerado de acuerdo al último informe del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), además, el 33.6% de la población se
convirtió en vulnerable y con riesgo de caer en la pobreza por recibir una
remuneración de entre S/. 384 y S/. 960. La pobreza extrema (línea de US$ 1.25
al día según definición del Banco Mundial) podría ser elevada a cerca de US$
1.90, lo cual aumentaría nuestro porcentaje de pobres extremos registrados el
2014 (4.7%) equivalente a 1.4 millones de peruanos, la mayoría en sierra y
selva.
Bajo este
panorama, mientras continuemos con bajísimos niveles de crecimiento económico
la reducción de la pobreza será mínima como en 2014 o simplemente se estancará
o inclusive podría aumentar. En esta situación será imposible reducir la
pobreza de manera significativa y erradicar la pobreza extrema hacia el 2021,
año de nuestro Bicentenario. El bajo crecimiento que estamos registrando afecta
notoriamente la recaudación tributaria (reducción de capacidad de gasto del
gobierno), lo cual se agrava con la marcada falta de gestión del gobierno
central y los gobiernos regionales y locales.
El gran
objetivo del próximo gobierno debe ser realizar reformas esenciales (Poder
Judicial, seguridad ciudadana, corrupción, etc.) para mejorar la economía e
incrementar los niveles de crecimiento inclusivo y con equidad para poder
generar empleos y reducir la pobreza principalmente en las zonas rurales,
altoandinas, fronteras y comunidades amazónicas.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 26 de diciembre de 2015