El GLP llega por
un ducto (560 km) hasta Pisco donde se encuentran las instalaciones de
fraccionamiento, almacenamiento y embarque, pero su transporte hasta Lima, por
falta de un gasoducto, se realiza vía marítima en buques fletados por
Pluspetrol que cuando son afectados por oleajes anómalos en la zona se incrementa
el riesgo de desabastecimiento para el consumo de Lima y Callao (hubieron graves
desabastecimientos en julio 2010 y junio 2015). De los 50,000 barriles diarios
(b/d) que procesa la planta de Pisco 50% consume Lima y Callao donde 90% de
hogares lo emplean para cocinar.
La construcción
de este ducto Pisco-Lima empezó a evaluarse desde hace 9 años (2007), otorgándose
en 2008 la concesión de un ducto Pisco-Lurín a la empresa Poliductos del Perú
(RS 037-2008-EM) cuya proceso fracasó por desentendimientos entre Pluspetrol y
dicha empresa. En noviembre 2010 fue incorporado el proyecto “Sistema de
Abastecimiento de GLP para Lima y Callao” a través de un ducto de 250 km desde
Pisco hasta Lima (30,000 b/d), pero desde dicha fecha ProInversión ha
postergado su adjudicación (con varias versiones de contrato) hasta en 5
oportunidades, la última reprogramación es para el 2° trimestre 2016, lo cual
no se avizora.
Bajo este
panorama por falta de gestión y previsión desde hace 9 años no ha sido construido
el ducto Pisco-Lima, cuyo costo actual casi se ha cuadruplicado (desde US$ 70
millones hasta US$ 260 millones) por lo que continuará el riesgo de
desabastecimiento y aumentarán los costos de transporte y congestión del
tráfico en el puerto del Callao. Y para colmo, Petroperú acaba de cancelar la
construcción de 3 terminales de almacenamiento de GLP en el Callao de 30,000
barriles c/u porque el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ha
expropiado los terrenos donde iban a ser construidos.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 19 de marzo de 2016