El ex presidente Ollanta
Humala concluyó su período el día 28. En su último mensaje, sin siquiera
ruborizarse, afirmó que “la foto del Perú ha cambiado para bien” sin embargo la
situación real del país nos dice lo contrario. La inseguridad ciudadana se
incrementó a niveles insostenibles y ni siquiera lideró el Consejo Nacional de
Seguridad Ciudadana, 90% de peruanos se siente inseguro en la calle y 59% en su
casa, la tasa de homicidios aumentó de 5.4 a 7.2 por cada 100,000 personas, se
registraron 13,000 conflictos sociales con 63 muertos y 1,935 heridos dejando
212 sin resolver. En corrupción estamos entre los 10 países más corruptos en
conseguir sentencias judiciales favorables (WEF), nuestra producción anual de
cocaína se incrementa (se calcula entre 340 y 400 TM), además, deja un
hacinamiento carcelario de 44,000 reclusos (132%).
El crecimiento disminuyó
de 6.5% a 3.26% por falta de inversión pública (1,000 obras paralizadas),
inversión privada con tasas negativas (falta de expectativas e
institucionalidad), caída extrema de exportaciones e industria contractiva,
además, recibió un superávit fiscal de 2.3% y deja un déficit fiscal de -2.1%,
también la inflación subió de 2.65% a 4.40%. En Institucionalidad hemos
empeorado 21 puestos (WEF) y en institucionalidad laboral estamos rezagados, de
16 millones de trabajadores PEA, 11 millones son informales (80% jóvenes) como
también 86.5% de las unidades productivas, además, deja una canasta básica que
absorbe inequitativamente 32% del salario medio.
Aunque la pobreza
disminuyó (27.82% a 21.77%) no mermaron las desigualdades sociales, de 7
millones de pobres 50% vive en áreas rurales, la anemia infantil aumentó de 41.6%
a 43,5% (1 millón de niños anémicos), además deja 400,000 niños en desnutrición
crónica y 26,000 pacientes anuales de TBC activa (6% infantil), también 4
millones de peruanos sin acceso a agua y 10 millones sin saneamiento. En salud
ha fracasado la calidad del servicio e infraestructura, y en educación no se
reduce la brecha en las zonas rurales y no mejora la formación de docentes,
además, para ver si avanzamos debemos esperar los resultados de la prueba PISA
2015.
Bajo este panorama la
falta de liderazgo de Humala, su informalidad, inacción, improvisación, y la
intromisión e injerencia de su esposa en asuntos de gobierno, no le permitieron
adoptar estrategias ni reformas políticas, económicas e institucionales para
lograr sostenibilidad del crecimiento y desarrollo de nuestro país.
Artículo de Alfredo Palacios
Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 30 de julio de 2016