El Oleoducto
Nor Peruano, con 1,106 km de tuberías, empezó a operar desde la selva de Loreto
entre 1976 desde San José de Saramuro (tramos I y II) y 1978 desde Andoas
(Ramal Norte) transportando petróleo hasta la costa norte (Puerto Terminal Bayóvar)
pasando por Amazonas, Cajamarca, Lambayeque y Piura, pero en los últimos 15
años ha presentado un amplio historial de hasta 60 derrames, y entre 2011 y
2016 fueron declaradas 20 emergencias ambientales en Loreto, Amazonas y Piura
por graves daños potenciales a la vida o salud humana, recursos hídricos,
suelo, flora y fauna y medio ambiente.
Desde 2009 el
Organismo Supervisor de Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) dispuso que
Petroperú ejecute en 5 años un programa de adecuación del oleoducto, el cual no
concluyó. Además la petrolera estatal tiene abiertos 6 procesos penales ante la
fiscalía ambiental en Loreto, Amazonas y Lambayeque, y asimismo, desde julio
2015, entre Osinergmin y el organismo evaluador y fiscalizador ambiental OEFA
le han impuesto multas por problemas en el oleoducto por 136 mil UIT (S/. 537
millones) que debe pagar de sus utilidades, y para colmo, desde febrero están
paralizadas las operaciones de bombeo.
El procedimiento
administrativo sancionador del 21 setiembre 2015 de OEFA contra Petroperú (expediente
1306-2014) concluye que de acuerdo al PAMA (Programa de Adecuación y Manejo
Ambiental) la empresa estatal habría incumplido el mantenimiento preventivo del
oleoducto debido a que la última inspección realizada data de 1999, quedando
acreditado que no realizó mantenimientos internos (espesor, arrugas,
abolladuras) ni externos en zonas inaccesibles (revestimientos, corrosión,
anomalías, abolladuras etc.). La falta de mantenimiento, haber obviado medidas
de seguridad y no emplear elementos tecnológicos como monitores inteligentes, son
factores contribuyentes a las roturas y derrames de petróleo.
Bajo este
panorama el pasado día 5 el presidente electo Pedro Pablo Kuczynski aclaró que
no privatizará Petroperú pero que requiere una urgente reestructuración y
modernización. Lo que no está claro es la decisión a tomarse sobre el oleoducto
el cual requiere una inspección general en toda su extensión en la que
probablemente se detecte gran cantidad de puntos críticos lo cual demandaría un
recorrido integral y cambios de tuberías en muchas zonas, y para ello se
requeriría mucha inversión de Petroperú (que presenta un delicado futuro
financiero), además de un extenso cronograma de obras que paralizaría el
transporte de petróleo.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 9 de julio de 2016