Durante
su primer mensaje a la Nación el presidente Kuczynski anunció que al 2021
(Bicentenario), todos los peruanos deberán tener acceso a agua potable de
calidad y desagüe 24 horas, pero “maquillando” su propuesta seguidamente indicó
que sería un gran logro si se hace en 7 años. Lamentablemente tenemos un
clamoroso déficit de agua potable que nos ubica en el último lugar en
Sudamérica, 13.5% de peruanos (4 millones) no tiene acceso, con enorme brecha
entre falta de cobertura urbana (15%) y rural (38%), e increíblemente éstos
peruanos deben pagar hasta 5 veces más (camiones cisternas) que los que tienen
acceso, también, respecto a su calidad para el consumo, de acuerdo a normas
internacionales, 60% de peruanos no la reciben (18 millones). En desagüe, a nivel
nacional 35% (10 millones) no cuenta con este servicio, y en el ámbito rural
llega hasta 85% (7 millones).
A
pesar que somos el 8° país en el mundo en cantidad de agua superficial (2%) el
cambio climático ha ocasionado la pérdida de 20% de superficie glaciar en los
últimos 30 años afectando nuestro acceso al agua y convirtiéndola en recurso
escaso. Según World Resoures Institute, el Perú al 2040 será severamente
afectado por el estrés hídrico (mayor demanda de agua que la disponible), es
decir, su disponibilidad en cantidad, calidad u oportunidad en niveles
aceptables para la salud, el ecosistema y los medios de producción.
Bajo
este panorama, en el marco de las facultades legislativas, el gobierno promulgó
4 Decretos Legislativos referidos al agua: Agua+ ámbito rural (DL 1274);
Prestación de servicios de saneamiento (1280); Fondo de inversión Agua Segura
(1284) y Gestión ambiental (1285), sin embargo, para cumplirse la propuesta del
gobierno al 2021, según el Ministerio de Vivienda, se requerirían US$ 18,000
millones (S/ 53,000 millones) por lo que sería un objetivo muy difícil de
cumplir, y además, porque el gobierno debe cubrir otras acciones
indispensables, tales como: la planificación y protección hídrica como
mecanismo de desarrollo sostenible (equilibrio entre oferta y demanda); gestión
responsable con visión integral; trabajo multisectorial; trascendencia de
derecho al agua en políticas públicas; recuperación de la calidad de los
recursos hídricos; regulación de uso en agricultura (riego por goteo);
resolución de conflictos hídricos (actualmente 111 identificados);
diversificación de fuentes de agua (desalinización); reutilización de aguas
residuales; mejorar su distribución, operación, mantenimiento y la expansión de
redes.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 14 de enero de 2017