Según
última medición realizada a nuestros bosques amazónicos por los Ministerios de
Agricultura y del Ambiente con apoyo de la Organización del Tratado de
Cooperación Amazónica (OTCA), la pérdida por deforestación en 2015 fue 156,000
hectáreas (has), y en los últimos 15 años 1’800,000 has,
los principales causantes son: tala ilegal, mercado negro de madera, minería
ilegal, narcotráfico (cultivos de coca), agricultura itinerante, ganadería y
agroindustria (cultivos de palma).
La Ley Forestal 29763 (julio 2011), reglamentada 4 años después (setiembre
2015), tiene por finalidad potenciar el sector forestal, pero lamentablemente poco
se ha avanzado en mejorar la gestión de bosques, reducir la deforestación, incrementar
las plantaciones y promover nuevas concesiones, principalmente por falta de
inventario nacional y de zonificación y ordenamiento forestal, imprescindibles
para elaborar políticas sobre uso y conservación sostenible de nuestros bosques,
delimitar tierras forestales y como herramientas para la gestión de recursos
forestales y fauna silvestre. .
El Inventario
Nacional Forestal iniciado en marzo 2011 con inversión de US$ 6 millones (US$ 4.2 millones la FAO y US$ 1.8 el gobierno) debió culminar el 2014,
sin embargo continúa con lento avance y con presupuesto del gobierno
incrementado a US$ 20 millones. La Zonificación y Ordenamiento Forestal, recién
en julio pasado fue promulgada la Guía Metodológica para precisar y facilitar
el proceso, sin embargo, solo 4 de nuestras 24 regiones han declarado de
interés este proceso (San Martín, Ucayali, Loreto y Apurímac). En enero pasado
se creó la Mesa Técnica de Desarrollo Forestal (dependiente del Ministerio de
Agricultura) con muchas críticas porque entidades protagonistas del sector (Produce,
Mincetur, Osinfor y los Gobiernos Regionales) participarán solo como invitados.
Bajo
este panorama, las promesas irreales abundan: “al 2021 reduciremos a cero la
deforestación” (Antonio Brack en octubre 2010 y Pulgar Vidal en noviembre
2014), también el Premier Zavala (agosto pasado): “al Bicentenario tendremos 2
millones de has de plantaciones comerciales y 1 millón reforestadas”. Pero lo
real es que la deforestación es imparable; solo tenemos 40,000 has de
plantaciones comerciales; en productos maderables exportamos US$ 150 millones e
increíblemente importamos US$ 1,200 millones; de 7.5 millones de has concesionadas solo 2.5 millones son aprovechadas, no se concesionan los 10 millones de
has disponibles, y además, no se da prioridad a la investigación científica y
tecnológica, por lo que no se avizora que esta situación mejore en el corto ni
mediano plazo.
Artículo de
Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 11 de febrero de
2017