Desde
diciembre pasado el fenómeno “Niño Costero” está ocasionando una grave tragedia
climática en nuestro país (peor que El Niño de 1998), ya registramos 84
fallecidos, 111,000 damnificados, 160,000 viviendas afectadas, además, la
infraestructura vial seriamente impactada, 1,900 kilómetros de carreteras
destruidas, 160 puentes colapsados, 16 carreteras bloqueadas, la Carretera
Central técnicamente colapsada (para el gobierno “prioridad y urgencia
nacional” construir una nueva), la Panamericana Norte interrumpida por huaicos
(5 tramos), la vía férrea La Oroya-Callao afectada (5 zonas). Por esta
situación el gobierno ha autorizado por 30
días (DU 005-2017 fecha 20 febrero) que embarcaciones de la Marina de Guerra
presten servicio de carga y pasajeros en tráfico nacional o cabotaje (el BAP
Tacna trasladó 600 toneladas de donaciones al norte) y asimismo autorizó a
embarcaciones de bandera extranjera y pesqueras hacer cabotaje para ayuda
humanitaria entre el Callao y los puertos del norte.
Esta
crítica realidad debe hacernos reflexionar sobre la importancia del cabotaje
(transporte de mercancías y pasajeros entre nuestros puertos). Desde 2005 la ley 28583 de Reactivación y Promoción
de la Marina Mercante Nacional y su reglamento (DS 014-abril-2011) incluyen
normas para desarrollar el cabotaje, pero lamentablemente nada se ha avanzado.
Hacemos cabotaje de hidrocarburos pero no
de mercaderías lo cual se realiza vía terrestre con camiones, a pesar que desde
el punto de vista de economía de escala es 25% más caro que el cabotaje a
partir de volúmenes de carga sobre las 900 toneladas y distancias mayores de
500 kilómetros, incrementándose 50% sobre 2,000 kilómetros (según trabajo de
Maestría en Supply Management de ESAN).
Bajo este
panorama el cabotaje no genera las externalidades negativas del transporte
terrestre (informalidad, inseguridad, ineficiencia) y ahorraría costos a los
operadores y baja de tarifas a los clientes. Además nuestra inmejorable
ubicación geográfica con un extenso litoral de más de 3,000 kilómetros y el
puerto del Callao ubicado en la zona central, permitiría un mayor tráfico
marítimo de mercaderías entre este y los puertos del norte y sur, y de allí al
interior del país. Para esto se requiere que el gobierno adecúe la ley
28583 para fomentar el cabotaje (Proyecto de ley 2774 / 2013-CR fecha 14
octubre 2013), mejore la infraestructura e instalaciones portuarias, y además,
mejore o construya conexiones viales (terrestre o ferroviaria) desde la costa
al interior del país para penetración y salida de mercancías.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 25 de marzo 2017