Lamentablemente
en nuestro país la productividad total ha disminuido en los últimos años, según
The Conference Board, entre 2011 y 2014 disminuyó -7.8%, influyendo en la reducción
de nuestro crecimiento económico de 5.8%
el 2013 a 2.4% en 2014, para el 2017
se proyecta 2.5%, muy por debajo del
crecimiento poblacional (más de 3%), lo cual podría incrementar el porcentaje actual
de pobreza de 20%. Según la Iniciativa Latinoamericana del Center for Global
Development necesitaríamos crecer 7% año a año por 26 años para cerrar nuestra
brecha frente a los países desarrollados.
En
agosto 2014 (gobierno de Humala) se implementó el Plan Nacional de
Diversificación productiva (invirtiéndose S/ 300 millones) y se creó un Consejo
Nacional con el objetivo de alcanzar un crecimiento de 7% en el PBI, según el
plan, promoviendo la diversificación productiva, adecuando regulaciones y simplificación
administrativa y expandiendo la productividad, sin embargo, la Organización
para el Desarrollo Industrial de Naciones Unidas (ONUDI) encontró gruesos
errores en su concepción, siendo desechado por el actual gobierno porque según
Pedro Olaechea, actual Produce, “como plan no sirve”.
Bajo este panorama la productividad se asocia, además
del crecimiento PBI, con la evolución de variables económicas como salarios,
inversiones, tipo de cambio, tasas de interés, por lo tanto, deberíamos basar
nuestro crecimiento no solo en las inversiones (principalmente mineras) sino elevar
con mayor énfasis nuestra endeble productividad, siendo necesario mejorar el
capital humano con una educación escolar de calidad y capacitación post escolar
para atraer talento hacia la economía del conocimiento, invirtiendo en ciencia,
tecnología e innovación aplicando nuevas tecnologías organizativas y
científicas para aumentar valor agregado, igualmente, manteniendo un entorno
institucional estable, invirtiendo en vías e infraestructura, promoviendo mayor
inclusión laboral, flexibilizando el mercado de trabajo, creando empleos de
calidad, impulsando nuevos emprendedores, y en la medida que las empresas inviertan
en innovación y tecnología aumentarán su productividad influyendo en la reducción
de la informalidad, uno de los principales problemas del país.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 9 de diciembre
de 2017