El nuevo ministro de Trabajo y Promoción del Empleo
(MTPE), Javier Barreda, empezó su gestión incidiendo en la necesidad de
reactivar el Consejo Nacional de Trabajo y Promoción del Empleo (CNTPE) como una
instancia más seria y con camino institucional y de propuestas, inclusive
presidido no por el ministro sino por una persona de consenso entre
trabajadores y empresarios. También el saliente ministro, Alfonso Grados,
ofreció mejoras en servicios que ofrece dicho Consejo para garantizar los
derechos laborales y promover empleo digno, manifestando que no puede ser solo
una sala de reunión sin resultados, y, en setiembre 2016, en presencia del
presidente Kuczynski, relanzó el CNTPE, pero sin poder mostrar avances a la
fecha.
El primer Consejo Nacional del Trabajo creado en 1982 prácticamente
no funcionó, en 1990 se implementó el Consejo Nacional de Trabajo y
Concertación Nacional, pero tampoco prosperó. En abril 2002 (gobierno de
transición) con ley 27111 se reinstaló el Consejo Nacional del Trabajo y
Promoción del Empleo (actualmente vigente) como órgano consultivo de
conformación tripartita entre gobierno,
empleadores y trabajadores para discutir y concertar políticas de promoción del
empleo y protección social en función del desarrollo nacional y regional,
además con ley 28318 (julio 2004) incorporó representantes de la pequeña y
microempresa, pero en el tiempo este Consejo ha tenido períodos de paralización
y desactivación, sin agendas a tratar, y no ha sido fortalecido, y tal como
demanda su misión, no ha contribuido permanentemente a la generación y mantenimiento
de políticas estables en materias de trabajo, empleo, formación y seguridad
social, y sin ninguna reforma laboral importante concertada continúan en
nuestro mercado laboral los graves problemas estructurales que ocasionan
extrema informalidad, carencia de empleo de calidad, digno, productivo, con
derechos, y alto nivel de conflictividad.
Bajo este panorama, desde hace 16 años, la mayoría de ministros
de trabajo al asumir su cargo anuncian la reactivación y fortalecimiento del
rol del CNTPE y los Consejos Regionales de Trabajo para poner en práctica el
diálogo social y lograr acuerdos por consenso a favor de normas y políticas
laborales, sin embargo, no se logra debido a que la vitalidad de este Consejo
sigue estando en función de la voluntad política de los gobiernos para traducir
acuerdos y consensos en políticas y programas laborales, resultando
negociaciones, consultas o interacciones sin carácter vinculante en acuerdos
que muy pocas veces se han convertido en medidas firmes y congruentes.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 3
de febrero 2018