En
el Perú tenemos 7,192 kilómetros de fronteras terrestres que limitan con cinco
países: con Brasil (2,822), Colombia
(1,626), Ecuador (1,528), Bolivia (1,047) y Chile (169). La Constitución
dispone que el deber primordial del Estado es establecer y ejecutar la política
de fronteras (artículo 44°), además, hace 7 años tenemos la Ley Marco para el
Desarrollo e Integración Fronteriza (Ley 29778 junio-2011) y su reglamento (DS
017-2013-RE abril-2013) que establece el desarrollo de fronteras e integración
fronteriza como política de Estado con participación de los niveles de Gobierno
Nacional y gobiernos regional y local, y además, es de cumplimiento obligatorio
para todo el sector público, sin embargo, la mayor parte de nuestras fronteras
están descuidadas y abandonadas, la mayoría de distritos de éstas zonas
fronterizas se encuentran entre los quintiles pobre, muy pobre y pobre extremo
en los Índices de Carencia, especialmente en Loreto (Yaquerana-Alto Tapiche,
Morona, Putumayo-Napo, y el Trapecio Amazónico), Ucayali (Purús, Yurúa,
Masisea, Tamaya), Amazonas (Río Santiago y Alto Camaina Cordillera del Cóndor)
y Tacna (La Yarada-Los Palos).
Tenemos
un Consejo Nacional de Desarrollo de Fronteras e Integración Fronteriza que
depende de la Presidencia de la República (el Poder Ejecutivo debe crear las
fuentes de financiamiento pero no las concreta), y es presidido por el Ministro
de Relaciones Exteriores que es además Órgano Rector del Sistema Nacional de
Fronteras e Integración Fronteriza entre cuyas funciones debe promover el
desarrollo sostenible de los espacios de frontera, fomentar su ocupación y el
uso sostenible del territorio, lo cual no se esta cumpliendo, ocasionando que
parte de nuestra población fronteriza se identifique con valores y objetivos o
dependa en lo económico y cultural de los países fronterizos.
Bajo
este panorama la situación de nuestra población fronteriza debería obligarnos a
asumir como objetivo nacional el poblamiento y desarrollo económico y social de
nuestros territorios fronterizos. El pasado 14 de abril, tras la clausura de la
VIII Cumbre de las Américas, el presidente Martín Vizcarra, reconociendo que
gran parte de nuestra frontera con Colombia esta descuidada, anunció que el
gobierno tendrá “mayor protección y presencia en las fronteras”, sin embargo,
increíblemente nuestro país no cuenta con una Política Nacional de Desarrollo e
Integración Fronterizos que coadyuve a incrementar la presencia efectiva del
Estado en los espacios de frontera contribuyendo a su desarrollo económico y
social así como a la afirmación de nuestra soberanía, integridad territorial e
identidad nacional.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 26 de mayo de 2018