La
Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) fue constituida hace 10 años en
Brasilia (23 mayo 2008) al ser suscrito el tratado por 12 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, con el
principal objetivo de construir de manera participativa y consensuada un
espacio de integración y unión en los ámbitos cultural, social, económico y político,
fortalecer las democracias y reducir las asimetrías entre Estados. Con retraso
de casi 3 años desde su suscripción recién entró en vigencia el 11 marzo 2011.
El
pasado 20 de abril, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú
decidieron suspender su participación en la organización por tiempo indefinido,
“hasta que se garantice su adecuado funcionamiento”, y recientemente (10 de
agosto) Colombia decidió “irreversiblemente” retirarse de la Unasur, según su
canciller Carlos Holmes, por “haberse convertido en cómplice de la dictadura
venezolana”, además, consulta con Perú, Argentina, Chile y oros países, para,
en caso de una decisión similar, actuar en conjunto.
La
Unasur nació mal, fue impulsada por el fallecido dictador venezolano Hugo
Chávez en una coyuntura que varios presidentes izquierdistas se oponían a la
propuesta respaldada por Estados Unidos de crear un Área de Libre Comercio de
las Américas, y siguió mal por concepciones muy divergentes de Venezuela,
Bolivia y Ecuador, integrantes de la Alianza Bolivariana para las Américas
(ALBA), la crisis se acentúa el 31 diciembre 2016 por falta de Secretario
General cuando culminó funciones el expresidente colombiano Ernesto Samper,
quien iba a reemplazarlo, el embajador argentino José Octavio Bordón,
respaldado por la mayoría de países, no pudo asumir por negativa de los
presidentes de Venezuela y Bolivia.
Bajo
este panorama, la Unasur, que fue creada principalmente para buscar la
integración latinoamericana, no ha logrado este objetivo Los gobiernos
democráticos sudamericanos no pueden seguir reconociendo la dictadura de Maduro
como régimen democrático, y la Unasur, por su incapacidad, tiene mucha
responsabilidad por la grave crisis generada en Venezuela por esta dictadura
que continúa suprimiendo libertades e incrementando abusos con fuerza criminal,
ocasionando un masivo éxodo de venezolanos. La pregunta sería: ¿debería el Perú seguir integrando un
organismo que en 10 años no tiene ningún resultado de integración que exhibir?
En marzo 2015 la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso recomendó al
gobierno que suspenda su participación en dicha organización mientras el
régimen de Maduro la continúe usando para fines exclusivamente políticos.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 25 de agosto 2018