Tuvieron que
pasar 26 años desde que ocurriera el atentado terrorista en la calle Tarata en
Miraflores (12 julio 1992), para que el pasado día 11, el Poder Judicial condene
a cadena perpetua al cabecilla Abimael Guzmán y 9 integrantes del comité
central del grupo criminal terrorista Sendero Luminoso (SL) por la autoría de este
perverso atentado con coches bomba que ocasionó 25 personas muertas, 200 heridas
y cuantiosas pérdidas materiales. Esta sentencia, aunque tardía, es importante porque
condena, además de cabecillas, a autores mediatos del comité central que no
tenían cadena perpetua, además, porque reivindica a víctimas y deudos de este
acto criminal y eleva la moral del personal de las FF AA y PNP que, ofreciendo
sus vidas, han combatido y siguen combatiendo en el Vraem contra el terrorismo
y narcotráfico.
Pero
quedan todavía acciones pendientes en esta larga lucha como el caso “Perseo” iniciado
hace 6 años y no tiene sentencia. En 2012 una exhaustiva investigación policial
comprobó con pruebas contundentes que el Movimiento por la Amnistía y Derechos
Fundamentales (Movadef) es brazo político de SL, en marzo 2013 la Fiscalía formalizó la denuncia,
contra sus dirigentes y operadores, por filiación con SL y financiamiento al
terrorismo, y en abril 2014 capturaron 28 integrantes, entre ellos, los dirigentes Alfredo Crespo y Manuel
Fajardo (fallecido el 6 de junio pasado), abogados del cabecilla Abimael Guzmán,
pero increíblemente fueron liberados 2 meses después por jueces que fueron
removidos por tal despropósito. Este juicio, actualmente contra 42 involucrados,
debe concluirse con prioridad porque Movadef, como fachada de SL, sigue participando activamente en propaganda senderista y
apología del terrorismo aquí y en el extranjero, asimismo, infiltrándose en sectores
laborales y educativos.
Otra
acción pendiente que debe resolverse urgentemente es el caso del mausoleo
terrorista construido sin autorización hace más de 2 años (abril-junio 2016) en
el cementerio “Mártires 19 de Julio”, en Comas, a vista y paciencia de la
Municipalidad, este símbolo terrorista tiene 50 nichos para enterrar los restos
de sus militantes (actualmente hay 8 ocupados). La indignante indiferencia del Estado no puede continuar, dicho
monumento al crimen y terror denominado por los terroristas “mausoleo de héroes
del pueblo” debe ser urgentemente destruido previa exhumación y traslado de los
8 cadáveres porque representa una profunda ofensa para todos los peruanos y
principalmente para las decenas de miles de víctimas inocentes que murieron a
manos de la insania terrorista.
Artículo
de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 29 de setirmbre
de 2018