El pasado 29
de noviembre, mediante un comunicado y conferencia de prensa, Luisa María
Vetter, jefa institucional del Archivo General de la Nación –AGN– (adscrito al Ministerio de Cultura) informó la desaparición en el
Archivo Colonial (Sede Ex Correo cerca al Palacio de Gobierno) de un histórico
e invalorable manuscrito del Libertador José de San Martín de fecha 13 octubre
1821 concediendo libertad a la esclava Juana Mazo por haber apoyado en el
Hospital del Ejército a soldados peruanos que combatieron por la independencia.
Este documento (que en el mercado negro puede cotizarse en cifras millonarias)
estaba en el repositorio como folio 556 del protocolo del escribano Gaspar
Salas, y al ser requerido para un reportaje “Sucedió en el Perú”, advirtieron
que había sido arrancado.
EL AGN tiene
4 sedes, la pérdida sucedió en la sede Ex Correo (archivo colonial y republicano)
donde se custodia el documento histórico más antiguo en el país “Protocolo ambulante
de los Conquistadores” año 1533, primer documento escrito sobre el proceso de
instalación institucional europea en América Latina y contiene documentos con
firmas de Francisco Pizarro, Diego de Almagro y otros escritos originales de Túpac
Amaru II y Micaela Bastidas, sin embargo, esta sede se ubica en un pasaje cerca
a restaurantes y una pollería con chimenea, si ocurriera un incendio sería muy
dificultoso combatirlo por falta de agua e inaccesibilidad a los bomberos, la
misma jefa de AGN, en una entrevista anterior a la pérdida manifestó “rezamos
para que el incendio jamás ocurra”. La segunda Sede ubicada en el sótano del
Palacio de Justicia desde 1943 (archivos públicos notariales y judiciales) actualmente
está en peligro de desalojo por el Poder Judicial que interpuso demanda en 2014
por requerimiento de oficinas, lo cual es inaudito. Las otras 2 sedes están en
Pueblo Libre y Lince para las direcciones de archivo intermedio y políticas archivísticas.
Bajo este
panorama, el AGN es responsable de la conservación, organización y servicio de
nuestro histórico patrimonio documental compuesto por documentos únicos e
irremplazables que describen la memoria colectiva de nuestra nación, nuestra historia
e identidad nacional. Estamos ad portas del Bicentenario y corresponde al
Estado tomar acciones integrales como la construcción de un local propio y
adecuado provisto de modernos sistemas y equipos de última tecnología para la
conservación, digitalización, archivo, protección, control y seguridad de
nuestro patrimonio documental indispensable para instituir nación y ciudadanía.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 8 de diciembre de 2018