Según el diario New York Times (edición 19 diciembre), el
presidente Donald Trump tomaría medidas contra el Perú en el marco del Tratado
de Libre Comercio entre Perú y EE.UU (TLC) por la deforestación de la Amazonía
al no detener la tala ilegal, especialmente en Madre de Dios, la región más
deforestada del bioma amazónico entre los 9 países que comparten este
ecosistema y Perú ha sido negligente para protegerla, además porque se están
limitando las funciones del Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales
(Osinfor) cargo que fue creado con dicho TLC con la misión de controlar y
verificar la extracción y comercio de productos madereros.
El TLC con EE.UU fue suscrito en abril 2006 y puesto en
ejecución en enero 2009 (DS-009-2009-Mincetur), el cual, en su capítulo 18
(Medio Ambiente) incluye un anexo sobre Manejo del Sector Forestal (anexo 18.3.4)
en el que Perú se compromete a fortalecer la capacidad institucional para
cumplir la ley forestal, mejorar el manejo forestal e incrementar la
fiscalización a la tala ilegal, cumpliendo diversas acciones como la
implementación de un plan anticorrupción para funcionarios forestales, la creación
de Osinfor como organismo independiente, el aumento de sanciones penales,
control de exportaciones madereras en el comercio internacional, supervisión y
fiscalización de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (Cites), entre
otros.
El caso de la devastación en Madre de Dios es realmente
incontrolable y sus efectos perjudiciales durarán por varias generaciones, en
los últimos 17 años la deforestación se ha cuadruplicado de 5,603 hasta 23,669 hectáreas incluyendo zonas cercanas a áreas protegidas y a
concesiones destinadas a reforestación.
En el caso de Osinfor, según EE.UU se han limitado sus funciones porque dicho organismo ha pasado de la
Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) al Ministerio del Ambiente (Minan),
inclusive por dicho motivo renunció su presidente Máximo Salazar.
Bajo este panorama, el tema del TLC y las medidas que
podría tomar EE.UU contra Perú debe ser resuelto bilateralmente, sin embargo,
le corresponde al Estado peruano poner máximos esfuerzos para erradicar la tala
ilegal en nuestra Amazonía porque genera círculos viciosos de corrupción,
delincuencia, pobreza y depredación del recurso forestal, además, socava el
aprovechamiento sostenible de nuestros bosques tropicales afectando los
ecosistemas Amazónicos y agravando el problema del calentamiento global. Es inconcebible que en nuestro país,
en los últimos 35 años, se hayan perdido alrededor de 8 millones de hectáreas
de bosques.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 29
de diciembre de 2018