El pasado día
7 Claudia Suárez juró como nueva Superintendente Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria (Sunat), institución cuya misión principal es proporcionar los
recursos para la sostenibilidad fiscal y estabilidad macroeconómica del
gobierno mediante la administración y fomento de una tributación justa, tiene el
enorme reto de reducir la informalidad, el contrabando y ampliar la base
tributaria, sin embargo, presenta una imagen que prioriza la fiscalización y
recaudación al grupo minoritario de contribuyentes que pagan sus impuestos sin
conseguir ampliar la tributación de los evasores que representan la mayoría del
país.
Según el
INEI, 86% de empresas nacionales no paga impuestos, se estima que dejan de
recaudarse anualmente S/ 60 mil millones;
según cifras del MEF, la evasión fiscal anual al Impuesto General a las
Ventas (IGV) llega a 36% y al Impuesto a la Renta (IR) 57%. El indicador que más preocupa en nuestro país es la baja
recaudación tributaria respecto al PBI (presión tributaria), en 2018 llegaría a
13.9%, bajísimo nivel respecto al
promedio de América Latina y el Caribe (23%), y peor aún al promedio OCDE (35%); para desarrollarnos nuestra presión
tributaria no debería bajar de 25%.
En el marco
de la Ley de Fortalecimiento de Responsabilidad y Transparencia Fiscal, en 2013
fue creado el Consejo Fiscal (adscrito al MEF) para fortalecer el buen
desempeño y manejo de la política fiscal, su presidente, Waldo Mendoza, en
setiembre pasado graficó crudamente la situación de nuestro sistema tributario “la
recaudación en Perú va casi de la mano con el valor de los commodities, en realidad no hemos hecho
nada, no hay tendencia a la recuperación de la presión tributaria, los gastos
se han venido ajustando, un país como este no tiene futuro”. Situación compleja
porque el Banco Mundial pronostica que las materias primas en los próximos 10
años seguirán a la baja lo que complicaría nuestra base de recaudación por
significar 60% de las exportaciones y 20% de ingresos fiscales.
Bajo este
panorama, para atenuar las brechas socioeconómicas existentes requerimos de un
sistema tributario eficiente y justo que aumente la recaudación fiscal
ampliando la base tributaria, para ello la Sunat además de simplificar los
procesos, deberá incrementar su capacidad operativa, técnica, organizacional, estructural,
de capital humano, informática y tecnológica, pero además, el aparato público debe
mejorar la gestión y calidad del gasto de los tributos de los contribuyentes para
el desarrollo del país.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 12 de enero de 2019