El pasado día 12 la ONG Greenpeace y el Centro de
Investigación sobre Energía y Aire Limpio presentaron el informe “Aire Tóxico: El precio de los combustibles
fósiles” denunciando que la contaminación del aire por combustibles fósiles (petróleo,
gas, carbón) es el principal detonante del cambio climático, de la generación
de partículas microscópicas (PM 2.5)
y otros contaminantes, además, es causa de muerte prematura anual de 4.5 millones de personas en el mundo
(unas 12,000 diarias) y representa un costo a nivel mundial de US$ 8,000
millones diarios.
En Perú la
contaminación ambiental es crítica, según el informe World Air Quality Report (Greenpeace
marzo 2019), entre los países con mayores niveles de contaminación del aire ocupamos
el puesto 21, y en América Latina, Lima es la segunda capital más contaminada. A
nivel nacional, nuestra contaminación ambiental es generada en un 70% por el parque
automotor y la baja calidad de combustibles que ocasionan emisiones de
partículas PM 10 y PM 2.5, monóxido
de carbono (CO), ozono (O3), dióxido de nitrógeno (NO2), sulfato de hidrógeno
(H2S) y dióxido de azufre (SO2), que producen graves perjuicios para la salud poblacional.
Las
partículas PM 2.5 en el aire son muy
peligrosas porque contienen elementos tóxicos como aluminio, hierro, potasio,
zinc, vanadio, plomo y por ser microscópicas ingresan fácilmente al sistema
respiratorio causando graves enfermedades agudas, acumulativas y crónicas con
alto riesgo de muertes (obstrucciones
pulmonares, infecciones respiratorias, cáncer de pulmón, enfermedades
cardiovasculares y digestivas, apoplejías, asma, alergias). En América Latina registramos
las mayores contaminaciones de dichas partículas en el aire, según informe de World
Air Quality Report, el límite anual de 15 microgramos por m3 (ug/m3) lo
superamos en casi al doble (28 ug/m3).
Bajo este
panorama se requiere un reordenamiento vehicular y establecer mecanismos para
retirar de circulación vehículos obsoletos y antiguos (50% del parque automotor
tiene una antigüedad entre 15 y 20 años), también, mejorar los sistemas de
medición de calidad del aire a nivel nacional (solo se mide parcialmente en
Lima y Callao), y principalmente, ampliar el uso de energías renovables no
convencionales (solar eólica, biomasa, geotérmica, marina) que increíblemente
por DL-1002 mayo 2008 está limitada al 5% en nuestra matriz energética, y
aunque deberíamos llegar a entre 15% y 30%, actualmente solo un 3% es eólica y
solar, sin embargo, cada vez más, nuestra matriz depende del gas natural que es
un recurso agotable e incrementa nuestra huella de carbono.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 22 de febrero de 2020