El pasado día 22 se conmemoró el Día Mundial del Agua, fecha
de reflexión sobre la importancia de este recurso esencial para la vida y generar
conciencia sobre la conservación de los recursos hídricos para el desarrollo sostenible
y mantenimiento de los ciclos naturales, sin embargo, como consecuencia de la
pandemia provocada por el coronavirus esta fecha ha pasado casi inadvertida, lo
cual es explicable, debido a que el mundo está pendiente a lo que ocurre respecto
a su avance incontrolable y la cantidad de contagiados y muertos. Al día jueves
26, a nivel mundial se contabilizaba medio millón de casos y más de 23,000
muertos.
Sin embargo la falta de acceso al agua potable también tiene
consecuencias trágicas, según la ONU, de una población mundial actual de 7,700
millones, el 40% (3,000 millones) no accede a agua segura o acceden a agua
contaminada, o carecen de este recurso, principalmente en zonas rurales y de
extrema pobreza, lo cual ocasiona anualmente 780,000 muertes en el mundo,
además, cada día mueren 1,000 niños a causa de enfermedades diarreicas por uso
de agua dulce contaminada, saneamiento deficiente o malas prácticas de higiene. En
esta grave coyuntura del coronavirus, los gobiernos instan a sus
pobladores a lavarse las manos continuamente con agua y jabón por ser la forma
más efectiva para prevenir y contener el contagio, pero la falta de este
recurso podría incrementar contagios y resultar letales.
En nuestro país contamos con 1.89% del agua superficial mundial y tenemos 159 cuencas
hidrográficas (que no protegemos adecuadamente) pero 3.4 millones de peruanos (10.2%)
no tienen acceso al servicio de agua, solo 55.7% accede las 24 horas, y en zonas rurales 66% no cuenta con este
recurso. En
la costa se concentra 70% de la población y solo se cuenta con 1.8% del total de agua enfrentando
además un estrés hídrico medio-alto (demanda de agua dulce superior a cantidad
disponible) pudiendo ocasionar inseguridad alimentaria, conflictos o
migraciones.
Bajo este
panorama el agua es esencial para la vida (el ser humano no puede vivir sin beber
agua entre 2 y 7 días) también para el desarrollo socioeconómico y mantener ecosistemas
saludables, cuando se logre controlar el coronavirus, conjuntamente con otras
prioridades (economía, salud, educación, trabajo) se debe poner la gestión del
agua en el centro de los planes de acción, es importante buscar soluciones
sostenibles para el acceso de nuestra población al agua potable y saneamiento.
Artículo de Alfredo
Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 28 de marzo de 2020