En este tiempo de pandemia producida por el Covid-19 han sido
afectados más de 2 millones de pequeños agricultores a nivel nacional, por lo
que se requiere la urgente reactivación y protección de la agricultura familiar
la cual abastece el 80% de alimentos de la canasta alimentaria, es eje
principal de la seguridad alimentaria e impulsora del desarrollo del sector
rural. El último censo agropecuario registra que la agricultura familiar cubre
97% del sector productivo (más de 2 millones de unidades agropecuarias) y
genera trabajo a 3 millones de peruanos, sin embargo, según la FAO, a
diferencia del crecimiento de la agroexportación, en los últimos años la
productividad en nuestra pequeña y mediana empresa agrícola es de las más bajas
de la región.
Tenemos amplia normatividad para reactivar la agricultura
familiar pero poco o nada se ha avanzado, ni la Estrategia Nacional de
Agricultura Familiar 2015-2021 promulgada en junio 2015, ni la Ley de
Agricultura Familiar Nº 30355 promulgada en octubre 2015 han logrado el
objetivo de orientar y
organizar la intervención integral del Estado a favor de resultados favorables
para la agricultura familiar sobre la base del uso sostenible de los recursos
naturales y en el marco de los procesos de desarrollo e inclusión social en
beneficio de la población rural; recientemente, 4 años después
(noviembre 2019) con DS N°
007-2019-Minagri aprobó un Plan Nacional de Agricultura Familiar 2019-2021
(Planaf) para mejorar los ingresos de manera sostenible de productores de la
agricultura familiar, pero increíblemente, en su artículo 5 (financiamiento),
dispone que las acciones que se realicen en el marco de este plan solo
utilizarán la disponibilidad presupuestal de los pliegos involucrados sin
demandar recursos adicionales al Tesoro Público.
Bajo este panorama, a partir del lunes 27 se entregará a 1
millón 98 mil hogares rurales del sector agrario un bono de S/.760 (que también
se extenderá después como un bono familiar universal para 6.8 millones de familias), sin embargo, lo importante debe ser programar
la reactivación de la agricultura familiar;
para cuando termine la crisis solo escuchamos propuestas de reactivación de salud,
educación o economía, pero nadie propone la reactivación de la agricultura
familiar que es la que abastece 80% de la canasta familiar y por falta de
adecuada inversión requiere actualmente altos presupuestos para reponer o
ampliar la capacidad productiva de los pequeños agricultores y evitar graves
desabastecimientos de alimentos agrícolas para el mercado nacional.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo, publicado en el diario
EXPRESO, fecha 25 de abril de 2020