En los últimos 20 años los
gobiernos, demostrando grave irresponsabilidad, invirtieron millones de dólares
de recursos públicos en “elefantes blancos” (mega estructuras sobrevaloradas,
subutilizadas, abandonadas o que no han representado ninguna herramienta
de desarrollo social, comercial, económico o de integración).
El primer “elefante blanco” es la Carretera Interoceánica, cuya licitación ganada por
Odebrecht, de US$.1,000 millones, con adendas se incrementó hasta US$.4,500
millones, fue propulsada por el fugitivo ex presidente Toledo (con Kuczynski como
ministro de Economía, presidente de Proinversión y posteriormente como Premier)
a cambio de coimas (según Josef Maiman US$ 34 millones), fue construida en los
gobiernos de Toledo, García y Humala sin generar un cambio en el comercio con
Brasil, para lo que fue concebida.
El Gasoducto del Sur es otro “elefante blanco”, en
junio 2014 Proinversión, con un solo postor, adjudico la obra valorizada en US$.7,300
millones por 34 años al Consorcio Odebrecht, Graña Montero y Enegás, Humala firmó el contrato en
julio 2014 y en enero 2017 fue rescindido por incumplimiento de cierre
financiero, en junio 2019 se conoció sobre presuntos pagos ilícitos de
Odebrecht para obtener dicha licitación, según Barata, Nadine Heredia realizó
gestiones y coordinó reuniones para favorecer a la empresa brasileña, finalmente
en agosto 2018 el consorcio demandó al Perú ante el Ciadi por US$.1,200
millones por habérsele retirado la concesión, e increíblemente desde 2017
estamos pagando US$ 48 millones mensuales por el cuidado de los tubos.
Otro “elefante blanco”, la Refinería de Talara (10
años y no concluye), un primer contrato
en 2010 por US$ 1,177 millones fue cuestionado, el segundo contrato en 2014 aumentó
a US$ 3,919 millones, finalmente con sobrecostos llegó hasta US$ 5,000 millones.
Ninguna empresa privada hubiera ejecutado este proyecto por elevada inversión y
baja y dudosa rentabilidad, en 20 años deben recuperarse US$ 5,000
millones lo cual es imposible, inclusive, cuando culmine la modernización
(fines de 2021) no contamos con crudo disponible para refinarlo, de nuestra
demanda de 115 mil barriles/día, 70 mil se importan.
Bajo este panorama, en las últimas dos décadas se
han despilfarrado millones de dólares de recursos públicos de los peruanos en “elefantes
blancos” los cuales debieron ser usados en salud y educación, sectores importantes
y de bienestar colectivo que requerían reforma integral, pero por el contrario,
se les dio ínfima prioridad, en salud hemos comprobado que tan abandonado está
el sistema, y en educación, pésimos indicadores (comprensión lectora y
matemáticas) y enormes niveles de desigualdad educativa.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha
29 de agosto de 2020